El próximo sábado 5 de septiembre a las 17 horas en la parroquia San Pedro y San Pablo, se celebrará una Eucaristía, presidida por el Arzobispo de Santiago, por un nuevo aniversario más de nacimiento del padre Esteban Gumucio ss.cc. Compartimos esta reflexión de José Ahumada y Carmen Bermejo, responsables para América Latina de Encuentro Matrimonial e integrantes de la Comisión Esteban Gumucio.
Por José Ahumada y Carmen Bermejo, responsables de EMM para Latinoamérica.
La Fundación Padre Hurtado tiene en sus documentos una sección que se llama “Recordando al Padre Hurtado” y allí encontramos un testimonio del padre Esteban que comienza diciendo:
“Él iba adelante sin ostentación, siempre caminante. Hombre de mirada alerta, abierto al Espíritu, que sopla adonde quiere, en todo tiempo y lugar. Iba caminando con seriedad de un profeta, con la responsabilidad de un Pastor, con la sonrisa mansa de un niño”.
Más adelante señala “Caminaba agradecido, agradeciendo, muy conscientes del sorprendente realismo de la Fe. Era un hombre alegremente convencido de que es Dios quien invita a caminar, el que camina contigo, el que toma las iniciativas, el que te provoca el amor, el que despierta los dones e instrumentos que él mismo a puesto en tus manos. Esta es la llave de la paradoja de su personalidad”… “Era siempre el mismo acogedor hombre sencillo, a quien se le asomaba el corazón de amigo compasivo. Parecía que él te daba las gracias por haber venido y que, por él, el mismo Jesús te preguntaba “¿qué venías conversando por el camino?” y tú mismo te hacías preguntas y encontrabas tus respuestas atinadas. “¿No es cierto que nuestro corazón ardía cuando caminaba con nosotros por nuestro camino?”… Muchas personas, a través de ese Sacerdote a la escucha han reconocido a Cristo en la fracción del pan y a su vez, se han convertido en pan para otros”
Terminaba su testimonio diciendo: “Espero otro día, poder continuar estos recuerdos, que son para mi visitas de Dios con el rostro de Alberto Hurtado”.
Es impresionante como los hombres santos tienen esas características tan particulares que los hacen ser “Visitas de Dios”, lo que el padre Esteban comparte del padre Hurtado es lo mismo que nosotros podemos decir de él y que quedó demostrado con tanta claridad en los testimonios de sacerdotes y laicos el año pasado al conmemorar 100 años de su nacimiento.
No deja de sorprendernos también la hermosa homilía en de la misa de aniversario de la muerte de monseñor Romero el 23 de marzo de 1993:
“Para Mons. Romero, la tarea primaria de quien tiene la autoridad en la Iglesia debe ser la de buscar y discernir la Voluntad del Señor. San Agustín lo decía lapidariamente comentando las palabras de Jesús a Pedro “Apacienta mis ovejas”; decía: “Apaciéntalas como mías y no como tuyas”. En esta búsqueda de la voluntad de Dios, Mons. Romero se situaba dentro de la comunidad, solidario con su pueblo, no fuera ni encima de ella. Esto brilló extraordinariamente en él. Su diario íntimo está lleno de testimonios que lo muestran realmente inmerso en la vida de su pueblo, participando de su situación y de su sensibilidad, informado, presente con toda su persona, activando evangélicamente la función crítica que tiene la Iglesia”.
Buscando esa Voluntad de Dios, su Señor, vamos a encontrar en Mons. Romero una característica de Pastor, muy necesaria en nuestro tiempo: un espíritu positivo, la alegría de un hombre de Dios que vive con su pueblo el reto o desafío de la Esperanza”.
El padre Esteban fue también un pastor fiel y solidario con su comunidad que caminaba en medio de ella, un apasionado en la búsqueda de la voluntad de Dios y sus “Cartas a Jesús”, son un hermoso testimonio, fue al igual que Monseñor
Por todo lo vivido y compartido, por toda la vida que nos ha dejado en sus escritos y testimonios unamos nuestros corazones para agradecer estas “visitas de Dios en la persona del padre Esteban”