No solo porque no esté pasando aquí significa que no está pasando

Alex Vigueras Cherres ss.cc., Superior provincial

Esta es la frase que se ha convertido en el lema de un grupo de Islandeses que, sensibilizados ante el drama de los inmigrantes sirios que buscan entrar a Europa, han ofrecido abrir las puertas de sus casas para acogerlos. Ya son 14 mil los que se han pronunciado en ese sentido. Hekla Stefansdóttir, una de las adherentes a la iniciativa, publicó: «Soy una madre soltera con un hijo de seis años. Podemos acoger a un niño que lo necesite. Soy profesora y le enseñaría a hablar, leer y escribir en islandés y a adaptarse a la sociedad islandesa. Tenemos ropa, una cama, juguetes y todo lo que un crío necesita»1. Y la escritora y profesora Brindis Bjorgvinsdottir, que abrió la página de Facebook “Siria está llamando”, escribió: «[Los refugiados sirios] son nuestras futuras esposas, novios, almas gemelas, el batería de la banda de nuestros hijos, Miss Islandia 2022, el carpintero que termina el baño, el cocinero en la cafetería, el bombero y el presentador de televisión».

El testimonio de este enorme grupo de islandeses es admirable. Porque no solo están pidiendo una solución al Parlamento Europeo, o que el gobierno de Islandia se haga cargo: están ofreciendo sus propias casas para acoger a los inmigrantes. Esto denota una conciencia de responsabilidad enorme, un gesto de humanidad impresionante.

En un mundo marcado por la “globalización de la indiferencia” ellos han comenzado a tomarse en serio la “globalización de la responsabilidad”.

Ir al contenido