Domingo 20 de septiembre de 2015

Por Cristian Sandoval ss.cc.
¿Quién es el más grande?

Nuestros medios de comunicación cada cierto tiempo se afanan en grandes preguntas: ¿cuál ha sido el mejor jugador de futbol de la historia?, ¿el “Chino” Ríos es mejor que Fernando González?, ¿es este el momento político más difícil de los últimos tiempos? ¿ha sido este el año más lluvioso o el más seco? Y así. Hay algo en nosotros que necesitamos clasificarnos, ponernos en una posición, saber dónde estamos y lo que nos falta. En fin, necesitamos saber quiénes somos y lo que esto significa.

Lamentablemente en este descubrir donde estamos, tiene más importancia el “sobre quién estamos” o lo que nos falta para llegar al mejor.

Esto que nos pasa a cotidiano, también nos pasa en nuestra fe, estamos atentos a nuestra fe , preguntándonos si somos más creyentes que antes o si estamos más cerca o más lejos de Dios. Necesitamos preguntarnos por quiénes somos como cristianos, pero no podemos poner esto en una lista, compararlo y salir a ostentar nuestra condición.

Jesús nos habla de otra cosa, nos dice que nuestra identidad como cristianos no consiste en ponernos por sobre los demás, el que quiera ser grande debe hacerse pequeño. Esto nos invita a pensar que este llamado de Jesús nos lleva a buscar un camino diferente para crecer en nuestra fe, no como una competencia, como un listado de logros, sino como un continuo descubrir que el camino de Jesús es el de los pequeños, de los niños, de los que no cuentan.

Nuestro ser cristiano se juega en nuestra relación con estos preferidos de Jesús, a quienes debemos recibir como a Jesús mismos, eso no nos pondrá en ningún ranking, no nos hará famosos, pero sí nos pondrá en el dinamismo del amor de Dios.

En esto Jesús nos muestra que su camino es el camino de la cruz, pero que no termina aquí, sino que va hacia la resurrección. De esa manera, no caminamos en nuestra fe hacia arriba, el camino de Jesús va hacia abajo, hacia el encuentro con los amados por Jesús, por los pequeños, los olvidados, los que junto con Jesús hacen cada día el camino de la Cruz.

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