Domingo 1 de noviembre de 2015. Todos los santos

Por María Cecilia Moya

Escuchar este mensaje de Jesús siempre nos crea cierto grado de inquietud… ¿Qué nos quiere decir Nuestro Señor?

El Sermón de la Montaña ha resonado muchas veces en el corazón de los cristianos de todos los tiempos y ha sido una imagen de esperanza en medio de las dificultades del mundo. Aquí se define cómo entrar en el Reino.

En los tiempos de Jesús la gente vivía verdaderamente agobiada por los cientos de mandatos y prohibiciones de la Ley. Jesús viene a liberar a la gente de ese pesado yugo .El viene a hacer una invitación amplia que permita que cada uno la adapte a su particular condición.

Con la palabra Bienaventurado Jesús nos enseña un estado de felicidad de la vida ; es una invitación libre, gozosa, que respeta la libertad de cada uno y la manera como cada uno la ponga en práctica desde su situación y capacidad personal.

Las Bienaventuranzas no son solo promesas para esperar, es todo un programa de vida para reformar la tierra.

Pobres de Espíritu son los capaces de comprender con humildad que Jesús nos plantea “la forma de vivir de quien se dice Cristiano”; pasamos del Reino de la Ley a la Ley del Reino.

Este Sermón tiene carácter de invitación libre, no plantea obligaciones bajo amenazas, sino bienaventuranzas, serás dichoso si haces esto , serás bienaventurado. Tú decides si lo quieres hacer.

Jesús nos llama a participar de un Reino radical, nos da una visión radical .Como ejemplo están los Santos que vivieron las mismas Bienaventuranzas cada uno desde su condición, como su manera personal y única de responder al llamado de Dios y cumplir su voluntad

Como cristianos nos toca testimoniar este mensaje viviéndolo con la sencillez y cotidianidad de nuestra vida profesional y familiar dejándole a Dios la posibilidad que ilumine al mundo con la Luz que emane de nuestras vidas.

Que Así Sea

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