Gustavo Van Humbeeck ss.cc, profeso.
“…Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos”. (Lc 24,15)
Entre los días 4 al 6 de marzo, en la casa de retiros de Macul, se desarrolló el primer taller de formación pastoral, de la Comunidad Interprovincial de Profesos (CIP) con el tema: “Acompañamiento personal en la Pastoral Juvenil” que fue dictado por Ana María Díaz. El taller se realizó en un ambiente jovial y ameno donde se ha desarrollado bastante el compartir de experiencias acerca del tema y una rica convivencia fraterna.
Citando a Jung, Ana María nos decía: para ser acompañantes hay que tener heridas. De esta forma el taller tuvo el objetivo de ahondar en nuestras crisis para que desde allí, podamos tomar las herramientas necesarias para acompañar con una metodología práctica.
El acompañamiento personal sin duda es una tarea que a todo cristiano nos compete. Acompañar es un acto evangélico, es llevar el consuelo de Cristo que acompaña y sin duda forma parte nuestra espiritualidad reparadora. Como celadores de la misericordia, estamos llamados a profundizar en la tarea del acompañamiento personal con todos aquellos quienes lo necesitan y a su vez dejarnos acompañar.