Por Pedro Pablo Achondo Moya ss.cc.
En nuestra parroquia Inmaculada Concepción de Rio Bueno comenzamos este año 2016 una nueva pastoral. Siguiendo y retomando algunas líneas de la antigua pastoral de la salud (visita a enfermos y ministros de comunión) la hemos reformulado de acuerdo a una necesidad y urgencia que nos convoca: acompañar el sufrimiento humano siendo portadores de esperanza. El sufrimiento se manifiesta de diversas maneras y no solo en la enfermedad, sino también en la soledad, el abandono, la miseria, las heridas y quiebres familiares, el estar lejos de los suyos, privados de libertad (Cárcel) y frente a la muerte de un ser querido (duelo). Es evidente que el campo de acción de esta pastoral es bastante amplio, por ello la Pastoral de la Salud y la Esperanza (PSE) trabaja en redes y fomenta un trabajo mucho más comunitario y vinculante que solitario e individual. La PSE en Rio Bueno está vinculada al Hospital y la Cárcel y otras instituciones que puedan colaborar en este trabajo de humanización; además de generar redes con las otras pastorales de la Parroquia: Pastoral Social, Ministros de Comunión, Equipo de Diáconos, Equipo de Liturgia. Los agentes pastorales son llamados “Misioneros de la Salud y la Esperanza” y su principal misión es visitar, acompañar y perseverar. Una de las mayores novedades que deseamos poner en práctica es acompañar el duelo. Nos damos cuenta que la Iglesia no posee una Pastoral orgánica en este campo y muchas veces el acompañamiento concluye con la muerte y alguna eventual visita del diacono, la religiosa o el cura. Los misioneros se organizan para ir a las casas, a los hogares de ancianos, a la cárcel y al hospital. Cada uno hace lo que puede, sin aspavientos ni grandilocuencias. Si el compromiso será visitar a dos enfermitos, que sea solo eso; pues lo que nos interesa es la perseverancia, la constancia; el “entrar en el tiempo del sufriente”; y eso requiere dedicación, un silencioso esfuerzo y mucha oración y apoyo. El grupo de “misioneros” se constituye también en un espacio de contención y escucha mutua; en una comunidad de vida en donde, desde el Corazón de Jesús, sacamos fuerzas para continuar la tarea.
Aquí les compartimos algunos puntos fundamentales, según los cuales intentamos sistematizar este servicio a la Iglesia de los pobres. Esta pastoral ya está andando y de a poco arraigándose en estas tierras del sur. Actualmente somos 22 misioneros y esperamos seguir creciendo. Este sábado 18 de junio tendremos nuestra primera jornada de formación y fraternidad. Que el Dios compasivo y misericordioso, Padre de Jesús nos siga acompañando en esta hermosa y necesaria misión!
La Pastoral de la Salud y la Esperanza es una…
- Pastoral de la misericordia (Lc 15)
- Pastoral de la compañía (Jn 6, 68)
- Pastoral de la visitación (Lc 1, 39-45)
- Pastoral de la acogida (Lc 19)
- Pastoral de la escucha (Sm 3)
- Pastoral incluyente (Mt 25)
Los textos inspiradores de la PSE son:
- El buen samaritano de Lucas 10, 25-37
« Ve y haz tu lo mismo »: el camino a convertirse en prójimo.
- Simón de Cirene (Lc 23, 26. Mt 27, 32. Mc 15, 21)
Ayudar a cargar la cruz del otro. Desde el silencio, la perseverancia y la valentía.
El Misionero de la Salud y la Esperanza es:
- Alguien que escucha más que habla
- Alguien que ora con los otros y por los otros
- Alguien que « siente compasión »
- Alguien que empatiza con el dolor ajeno
- Alguien que quiere formarse en « las entrañas de misericordia »
- Alguien sumamente respetuoso
- Alguien que crea redes y trabaja en equipo.
La Pastoral de la Salud y la Esperanza es también un Camino Espiritual:
- Detrás del deseo de encuentro, de cuidado, de escucha, acompañamiento, oración y sanación; hay una MISTICA! Una ESPIRITUALIDAD!
- Un anhelo de encontrarse con Dios y la promesa cierta de que Dios está ahí: en el pobre, en el desvalido, en el enfermo, en el preso, en el abandonado, en el anciano que sufre, en la tierra enferma…