Por Pedro León ss.cc.
Mal 3,19-20; 2 Tes 3,7-12; Lc 21,5-19
Estando a punto de terminar nuestro año litúrgico (Domingo 33 de los 34 que tiene) y quedar así ad portas del adviento, los textos de hoy nos ponen en perspectiva apocalíptica, muy en boga en el judaísmo de los tiempos de Jesús. Por ejemplo: “El tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la Buena Noticia” (Mc 1, 12-15). De hecho la primera lectura nos dice: “Se acerca el día, ardiente como un horno en que todos los orgullosos y malvados arderán como paja pero ustedes los que me honran, mi justicia brillará como la luz del sol, que en sus rayos trae salud”, por su parte el mismo evangelio nos dice: “Llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido”.
Estas ideas nos ponen frente una compresión temporal, una tensión expectante, no solo del hombre y el mundo que hemos construido, sino de toda la creación, tiempos que no han de ser de lamentos y desaliento; no es tampoco la hora de la resignación, huida o temor; en el texto de hoy, Jesús plantea a sus discípulos el desafío de ver en todo esto “una oportunidad”: “Todo esto sucederá para que puedan dar testimonio de mi”, oportunidad que tomamos confiados en el amor que Dios nos tiene.
El maestro con su acción nos da criterios para la tarea de anunciar el Reino del Padre, o sea una consideración especial por los excluidos, marginados y todos los que están al costado del camino, ellos son objeto preferencial de nuestra acción, factor decisivo para nuestras opciones; ellos son los preferidos de Dios, y no nuestros proyectos o instituciones, por más sagradas que sean. Por último, es importante destacar que el texto no nos da pistas de que en medio de la tarea de testimoniarlo se acabarán las tensiones, contradicciones o problemas, pero si asegura que él mismo estará con nosotros para asistirnos cuando lo necesitemos.[1]
[1] Referencias: Antonio Pagola, en: https://docs.google.com/document/d/1lCbm-pHMqeO9d9RGENwvkD3-jrQuvUb5wK0ytMZMWpw/edit. ; consultada Noviembre 2016; Beltrán Villegas, Esquemas para Homilías, Ciclo C. Editadas por CECH – 2006