Finaliza Sesión Poitiers 2017

El pasado 22 de julio finalizó la Sesión Poitiers 2017. Compartimos aquí las palabras finales de Aurora Laguarda ss.cc., publicadas en el blog de la sesión.

Fuente: Blog Sesión Poitiers 2017

Todo tiene un principio y un final, y también la Sesión Poitiers 2017. Mejor dicho, ahora habría que decir que es cuando todo empieza de verdad. Han sido tres semanas de “peregrinar” por los lugares sagrados de la Congregación, siguiendo las huellas de nuestros fundadores y de nuestro hermano Damián. En Bélgica tuvimos la oportunidad de visitar la casa natal del padre Damián y el santuario donde se despidió de su madre. Hilde Reynders ss.cc. nos compartió una forma diferente de ser Iglesia en nuestros días, en colaboración con laicos y otras congregaciones.

Ayudados por María Vidal, Bernard Couronne y el equipo animador, hemos re-visitado el itinerario espiritual de Henriette Aymer y de Pierre Coudrin, y lo hemos contrastado con el nuestro propio. Los lugares de nacimiento de nuestros fundadores, la noche pasada en el granero en adoración, la partida del granero después de la eucaristía de san Caprasio, recordando lo que el Buen Padre vivió, la procesión en silencio, con el Santísimo, por las calles de Poitiers… todo nos habla de compromiso, de riesgo, de “salida”, de “celo que arde dentro de nosotros”…

Y ahora es cuando todo comienza de nuevo… en nuestros lugares, con nuestros hermanos y hermanas de comunidad, con la gente a la que servimos. Es hora de compartir toda la riqueza que hemos recibido, porque así lo hicieron también nuestros fundadores, porque así nos invita a hacerlo nuestro carisma…

El día 20, contamos con la presencia de Javier Álvarez-Ossorio, Superior General, que nos ayudó a mirar el “camino recorrido”, invitándonos a agradecer a Dios por todo lo recibido y a ser humildes en nuestro servicio, como “siervos inútiles” que hacen lo que tienen que hacer.

El 21 fue un día de recoger lo vivido en la evaluación y de hacer pequeños compromisos para llevarlos a nuestro proyecto personal, para que la experiencia no se quede sólo en “un bonito recuerdo”.

Animados por la presencia de nuestros Superiores Generales, Javier y Emperatriz, concluimos con la eucaristía, con el compromiso de continuar viviendo en nuestros países, lo que hemos empezado aquí.

Gracias especiales queremos dar a las hermanas y hermanos de Francia y Bélgica por la acogida recibida y por todo el apoyo brindado de diferentes maneras. Nos hemos sentido realmente en casa.

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