Nuevo altar para el templo parroquial de La Unión

Pedro Pablo Achondo ss.cc.

Todo comenzó cuando nos dimos cuenta de que nuestro altar tenía termitas y estaba bastante maltrecho. Primero intentamos conseguirnos madera, ojalá madera nativa del sur… eso no fue tan fácil, hasta que don Eulogio (Quelo) se ofreció a donar madera. Y no solo eso. Él mismo dijo «padre, ¡yo mismo hago el altar!».

En un gesto hermoso de generosidad don Quelo comenzó a trabajar la madera, pero para ensamblar y armar la mesa (altar), envió las maderas donde su nieto carpintero en Buin, Región Metropolitana. Allá armaron, cepillaron y ensamblaron todo. Luego el trabajo de mandar el altar de vuelta a La Unión; en realidad a Choroico que es una comunidad a 30 kms de la ciudad.

Finalmente fuimos a buscar el altar donde don Quelo. Una maravilla. Solo faltaba lo último; transformar esa hermosa mesa en un altar parroquial. Para ello quién mejor que nuestro hermano Gabriel Horn. Y asi fue. Gabriel en el mes de septiembre viajó a La Unión donde estuvo cuatro días tallando y trabajando detalles en el altar.

Escogimos la frase de Juan 10: «He venido para que tengan vida», que Gabriel talló hermosamente en la parte delantera del altar. Finalmente pudimos instalarlo y dedicarlo al Señor que es quien preside y anima todas nuestras eucaristías.

Gracias a Dios y a toda la comunidad parroquial; en especial a los que trabajaron para que pudiéramos tener esta obra de arte, sencilla y reluciente en nuestro templo parroquial.

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