2018, UN AÑO MÁS…!

Por René Mauricio Cabezón Yáñez ss.cc.
Superior provincial

Así resuena la letra de una cumbia en estas fiestas de fin de año que acabamos de vivir. Otra posibilidad menos optimista es que vivamos en fin de año, como un año “menos”…

Como sea, lo que si podemos constatar, es que la vida pasa y… a medida que pasan los años en uno, pasa también “volando” la vida. Para unos llena de exigencias, otros de esperanza, otros, de cansancio y cruces que la acompañan.

Para los creyentes en Jesús, ¿cómo debemos vivir la vida y el paso de los años? Pareciera que lo esencial es que la vida pase en Dios. En él nos movemos, vivimos y existimos, dice San Pablo (Hch 17,28). Otros preferimos que la vida pase con sentido. Que se gaste en situaciones y personas que necesiten de la mano amiga.

El papa Francisco, nos dice en su exhortación sobre la alegría del evangelio que debemos ser cada uno, iglesia en salida: que primerea, se involucra, acompaña, fructifica, y celebra (EG 24). Para que se den los cuatro verbos que siguen a primerear, es clave vivir con conciencia de regalados de amor y vida por Dios, y por tanto, agradecidos.

Que este año 2018, lo vivamos doblemente agradecidos. Por lo vivido hasta aquí; con todo, sin dejar nada afuera, lo bueno y lo malo. Pues sabemos que la vida es así. Y Jesús nos mostró lo mismo con su vida, pasión y muerte para llegar a la resurrección. Y agradecidos por la vida que se nos sigue regalando como una apuesta de futuro. No malgastemos el tiempo ni la vida y celebrémosla y juguémonos en ella. Y pongámonos a caminar, como nos dijo el padre Esteban. Caminemos con el Jesús y animados por el Tata Esteban que a pesar de los años acumulados y vividos pareció siempre un niño. Los años no pasaron por él. En eso Esteban nos mostró que se puede vivir y envejecer con sentido y en Dios.

RCY

 

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