Este viernes 2 de marzo en la parroquia San Pedro y San Pablo (Av. Padre Esteban Gumucio 0498, La Granja), se celebrará una eucaristía en su memoria a las 14 horas, para luego partir al Cementerio Católico de la Santísima Trinidad, donde serán enterrados sus restos en el mausoleo de la Congregación de los Sagrados Corazones.
El cuerpo de Enrique llegará durante la tarde de este jueves a la parroquia, pues arriba al país cerca de las 19 horas. A las 20:30 horas se celebrará una eucaristía.
Enrique Moreno Laval falleció este domingo 25 de febrero en Quito tras sufrir un grave accidente cerebro vascular (ACV) que lo mantuvo en estado de gravedad desde la noche del 14 de febrero.
Enrique Moreno Laval
Enrique nació en Santiago el 2 de octubre de 1941. Hijo de Celso Moreno Correa y de Ema Laval Laval, es el segundo de ocho hermanos. Cursó sus estudios básicos y medios en el Colegio Sagrados Corazones de Alameda en Santiago, entre los años 1948 y 1958. Es religioso de la Congregación de los Sagrados Corazones desde 1960, siendo ordenado sacerdote el 29 de junio de 1968.
El 17 de octubre de 1973, a mediodía, fue detenido y llevado prisionero al Estadio Nacional, experiencia que se extendió hasta el día 2 de noviembre y que relata en su libro «Mis días en el Estadio».
Con unos pocos años de sacerdocio ingresó a la Universidad Católica a estudiar periodismo, donde se tituló el año 1975.
Actualmente se encontraba asumiendo nuevamente la parroquia San Pedro y San Pablo, donde descansan los restos de Esteban Gumucio, de cuya causa de beatificación Enrique era vicepostulador. Durante el 2017 le correspondió fundar la misión de la Congregación en Diego de Almagro, diócesis de Copiapó, donde estuvo a cargo de la parroquia Espíritu Santo.
Sus primeros años de ministerio sacerdotal los desempeña en la Parroquia San Pedro y San Pablo ubicada en la comuna de La Granja en Santiago y los siguientes 14 años en la Arquidiócesis de Concepción, donde además de su trabajo pastoral ejerció como periodista, fue asesor de la JOC arquidiocesana y luego vicario de la Pastoral Obrera. También acompañó muy de cerca a la Agrupación de familiares de detenidos desaparecidos de la región. La ciudad de Concepción fue un lugar que atesoró hasta sus últimos días, y donde le correspondió asistir a Sebastián Acevedo cuando recién se había encendido fuego frente a la Catedral de la ciudad (ver relato).
De 1987 a 1993 sirve como Superior Provincial. Luego, en el período 1994-2000, es elegido como Consejero General de la Congregación, por lo cual se traslada a Roma. Durante ese período es nombrado también Vicario General.
Entre junio de 2000 y octubre de 2006 es destinado nuevamente a la región del Biobío en Concepción, asumiendo, entre otras labores, la de presidir la Fundación del Colegio de los Sagrados Corazones en la zona.
Desde fines de 2006 hasta noviembre de 2012 se desempeñó como formador de la Comunidad Interprovincial de Profesos, con sede en Santiago. Paralelamente entre los años 2006 y 2007 colabora en las actividades pastorales en la Parroquia de la Anunciación. Y desde 2008 regresa a la parroquia San Pedro y San Pablo como párroco solidario, función que desempeña hasta diciembre de 2012 cuando es nombrado formador de la casa de profesos de la Provincia de Japón-Filipinas con sede en Manila.