«Continúo siendo el único sacerdote en Molokai. El padre Columbano y últimamente el padre Wendelin Moellers son los únicos hermanos que he visto desde hace dieciséis meses. Por tener tanto que hacer, el tiempo se me hace muy corto; la alegría y el contento del corazón que me prodigan los Sagrados Corazones hacen que me crea el misionero más feliz del mundo. Así es sacrificio de mi salud, que Dios ha querido aceptar haciendo fructificar un poco mi ministerio entre los leprosos, lo encuentro después de todo bien ligero e incluso agradable para mí, atreviéndome a decir como San Pablo -Estoy muerto y mi vida está escondida con Cristo en Dios-«.
San Damián de Molokai
En la parroquia que acompañan nuestros hermanos en el barrio Libertad, en Merlo (Buenos Aires), celebraron una eucaristía en torno a la figura de Damián. La misa juvenil, que congrega al grupo pre juvenil, juvenil y las ComVi (Comunidades de vida que reúne a jóvenes egresados de secundaria), se celebra una vez al mes, siendo esta la primera del año. Un mes se hace en el templo parroquial y al mes siguiente los jóvenes se mueven por el barrio o por alguna capilla.
Esta vez los jóvenes pudieron compartir una de las cartas de Damián y trabajaron en grupos conversando acerca de qué es lo que hace a Damián el misionero más feliz del mundo.
Este espacio también prepara a los 43 jóvenes que dentro de algunos días partirán a Rosario a vivir el Segundo encuentro nacional de pastoral juvenil de la iglesia argentina, quienes serán acompañados por nuestro hermano Nicolás Viel ss.cc.