Por Cristian Sandoval ss.cc.
Este domingo 19 de agosto se cumplen 150 años de la muerte de nuestro hermano Eugenio Eyraud ss.cc. ¿Qué lo hace tan importante? (Ver carta escrita por Eyraud al Superior General en diciembre de 1864, página 23)
El hermano Eugenio nació en Francia en el año 1820. En 1848 llegó como trabajador a América, primero a Buenos Aires y después a Copiapó, donde trabajó como mecánico al servicio de la actividad minera que se desarrollaba en esa época.
Fue allí en su taller de obrero, donde conoció a los hermanos de la Congregación de los Sagrados Corazones que estaban presentes en la ciudad. Fue a partir de este encuentro que el joven obrero pudo expresar el deseo que lo acompañaba desde siempre de entregarse al Señor como religioso y misionero al servicio del evangelio.
Así, en 1862 comienza su caminar como religioso en nuestra congregación, iniciando su noviciado en Valparaíso. Pero el Señor le tenía preparada la mayor aventura que un religioso pueda vivir.
Al poco tiempo de iniciar su noviciado, tiene la oportunidad de visitar la isla de Pascua, Rapa nui, isla que en ese tiempo era casi tierra de nadie, asolada por esclavistas, piratas y marinos que saqueaban los recursos y oprimían a sus habitantes. Esta visita que prometía ser breve se transformó en una estadía forzada de diez meses, como dice en la carta que posteriormente envió al padre General “…me vi abandonado en esta isla, sin recurso de ninguna especie y privado, por mucho tiempo quizá, del material necesario para poder hablar de religión… Mis catecismos y mis libros de oraciones habían quedado a bordo del navío; el navío había desaparecido, y probablemente estaba en camino para Tahití.”
Diez meses, desde enero a octubre de 1863, Eugenio permaneció en la isla, donde a pesar de ser casi un esclavo, pudo hablar de Jesús y del evangelio más que con palabras, con la cercanía, con una presencia silenciosa y sobre todo con un amor creciente por los Rapa nui.
A fines de ese año, el hermano Eugenio pudo ser rescatado y terminando su noviciado regresar a la isla en 1866, donde en compañía de otros hermanos se inició formalmente la presencia de la congregación, que duraría casi 15 años.
Eugenio Eyraud ss.cc., falleció victima de la tuberculosis el 19 de agosto de 1866, la tradición afirma que dos días antes se enteró que todos los habitantes de esta isla a la que le entregó su vida, ya habían sido bautizados.
Eugenio está sepultado a un costado de la parroquia de Rapa nui, junto a otros cristianos que forman parte de la historia de fe de una isla que, a pesar de estar lejos geográficamente, permanece cerca de corazón de nuestra congregación y nos recuerda el llamado permanente de Jesús de “llevar la buena noticia a todas partes”.