TE DEUM (por Pablo Fontaine)

1.- Gracias te damos, Padre de la vida y la misericordia, porque nos enviaste a Jesús, tu Hijo y Salvador nuestro.
Gracias por su muerte y resurrección que nos merecieron recibir al Espíritu Santo, el que nos ha dado nueva vida y una alegría que perdura para siempre.

2.- Hoy te damos gracias por esta tierra que nos diste con su belleza, su fecundidad y sorprendente naturaleza.
También por el duro esfuerzo del campesino que hace brillar el grano en el surco. Por el pescador y el minero que nos traen la riqueza de las profundidades. Por todos los trabajadores que con su cansancio nos hacen disfrutar del bienestar, de la luz, y del calor, en nuestras casas, jardines y ciudades.

3.- Gracias por nuestros jóvenes que expresan su exigencia de justicia y luchan por una educación más humana y solidaria.
Gracias por todos los que construyen silenciosamente esta nación en el afán de cada día.

4.- Gracias por nuestros gobernantes, nuestros profesionales, nuestros artistas; por nuestros niños, por las madres, especialmente las que luchan contra la adversidad de su pobreza entre lágrimas y risas, y por todos los que promueven la justicia, la paz y la fraternidad.

5.- Gracias por nuestros ancianos y ancianas que rumian sus recuerdos de otros tiempos y nos entregan su experiencia de vida, mientras aceptan con paciencia sus limitaciones actuales.

6.- Gracias por los padres de la patria que nos entregaron la tarea de continuar y fortalecer la libertad. Por los pueblos originarios que nos muestran culturas antiquísimas, las que nacieron al despuntar la aurora en nuestros valles. Gracias por aquellos que con dignidad y firmeza, y sin violencia, exigen que se respeten sus derechos.

7.- Te alabamos en este día, Padre, mientras recordamos la historia, tejemos el presente y preparamos el futuro de esta comunidad chilena, a la que amamos y servimos.
Gracias por las otras naciones, especialmente de los países vecinos a quienes amamos y valoramos.

8.- Gracias por las diversas iglesias que escuchan tu palabra salvadora y por las diversas expresiones religiosas de la humanidad.

9.- A ti te alabamos, Padre de todos, que nos amas tanto como para llevarnos, terminada esta peregrinación, a cenar en tu mesa, contigo y todos tus hijos, en la felicidad de tu casa.
Gracias, Señor de la gloria, amigo de los pobres, consolador de los que sufren, esperanza de los pecadores, futuro de nuestras vidas.

PABLO FONTAINE ALDUNATE SS.CC.
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