Nos unimos al dolor de la Congregación en el mundo ante la brutal muerte de nuestro hermano Landry, en Beira.
Fuente: Revista 21
El padre Landry Ibil Ikwel, religioso congoleño de la Congregación de los Sagrados Corazones de Jesús y de María fue asesinado el domingo 19 de mayo en Beira, la capital de la provincia de Sofala en Mozambique. Era el director del Instituto de Deficientes Visuales de Beira.
El religioso, de 34 años, fue apuñalado en su comunidad de Beira el 19 de mayo de 2019. Lo llevaron al hospital y murió de sus heridas. Se ha abierto una investigación. La congregación de los Sagrados Corazones de Jesús y María reaccionó en una declaración con estas palabras: «Ante la muerte de nuestro hermano, el Padre Landry Ibil Ikwel, unimos nuestros corazones a los de nuestros hermanos en África que están en el dolor, en la oración y en la confianza en aquel que murió violentamente en la cruz y perdonando a sus agresores. Pedimos al Señor que, allá donde trata de imponerse la muerte, prevalezca la vida”.
El padre Ibil Ikwel ingresó en el noviciado de la Congregación de los Sagrados Corazones de Jesús y María en 2008. Fue ordenado sacerdote el 7 de febrero de 2016 en Kinshasa, República Democrática del Congo. El religioso era Director del Instituto de Ciegos de Beira, una obra de la congregación, fundada en 1969. La misión del instituto es la de capacitar, rehabilitar, educar y llevar a cabo la integración social de los niños, los jóvenes y adultos ciegos de todo el país, garantizando a cada uno de ellos una educación adaptada a sus capacidades individuales.
En Mozambique, tener un hijo con discapacidad visual se considera un castigo de Dios hasta hoy, explicó el padre Ibil Ikwel en 2015, en una presentación del instituto en el blog de la Congregación. Algunas familias no aceptan su responsabilidad. En este contexto, la Congregación de los Sagrados Corazones de Jesús y María es un instrumento para restaurar la dignidad de estos niños. El Instituto para Ciegos de Beira está trabajando para inculcar el espíritu de autoestima en las personas con discapacidad visual y sus familias, así como para proporcionar capacitación de calidad para facilitar su integración social en las escuelas públicas. en el mundo del trabajo. También trabaja para dar cierta independencia, con movilidad y técnicas de orientación a estos niños.
«Creemos que la Congregación tomó una decisión muy buena al aceptar la gestión del Instituto para Ciegos de Beira», dijo el padre Ikwel. «Nuestra presencia responde a nuestro carisma, nuestra misión y nuestra espiritualidad. Es un testimonio elocuente de nuestra opción preferencial por los pobres». Para los religiosos congoleños, la dinámica misionera invita hoy a ir a las fronteras, enfatizando que el trabajo de la Congregación es una respuesta concreta a este llamado. «Este trabajo es un gran desafío para la misión de hoy. Sí, debemos atrevernos a vivir. Quien no arriesga nada no tiene nada», aseguró. En su vida, el padre Landry Ibil Ikwel, se atrevió a atender a niños con discapacidad visual en Mozambique.