La Parroquia San Damián de Molokai de San Joaquín, fue el escenario perfecto para la profesión perpetua de Atilio Pizarro y Rafael García. Fue una hermosa y significativa ceremonia en la que los jóvenes fueron acompañados por sus familias, amigos, compañeros de universidad y las diferentes comunidades con las que han caminado en este proceso de profesión de fe. Llegaron desde la Unión, Valparaíso y por supuesto desde Atacama, tierra de Atilio.
Los signos de una iglesia viva e inclusiva se vivieron desde la procesión de entrada, “la ceremonia que vivimos hoy, donde los hermanos y las hermanas entraron juntos, donde participaron activamente las hermanas en algunas partes de la eucaristía, me hace decir que esa es la Iglesia que yo amo, en la que yo confío y esa es la Iglesia que yo quiero, y quiero seguir”, expresó Myriam Donoso del equipo de gestión en Colegios SS.CC.
Gran emoción se vivió en el momento de profesión de votos, donde las lágrimas de Atilio conmovieron a los presentes, en momentos en que nuestra iglesia vive una crisis, Dios nos regala dos vocaciones llenas del Espíritu Santo, como lo expresó Pedro León ss.cc: “En medio de la crisis que está viviendo la Iglesia, que dos jóvenes quieran consagrar su vida al Evangelio, la verdad que puede ser sólo Dios, ningún cura, ni el Papa podría convencer a dos jóvenes que consagren para siempre su vida a su causa, al Evangelio. Yo la vivo como una buena noticia del Evangelio del Señor, y como dos regalos inmensos para la Congregación”.
La ceremonia estuvo marcada por los signos elegidos por los profesos, desde su lema “¿no este el carpintero, el hijo de María?” (Marcos 6,3), hasta las ofrendas, donde se incluyó la bandera de la diversidad sexual y la Wiphala de los pueblos originarios andinos. Como lo expresó Matías Valenzuela ss.cc, ellos “traen el modo de ser Iglesia y mundo que ellos sueñan y al cual estamos llamados a abrirnos, nos ayudan a abrir la cabeza, en ese sentido hay mutuos aprendizajes. Los mayores nos transmiten sabiduría, un camino, la fuerza de la perseverancia, la fidelidad y la tradición; pero los jóvenes y en este caso Atilio y Rafael, nos muestran esa Iglesia que sueñan y que estamos llamados a hacer: incluyente, con protagonismo laical, abierto a la diversidad sexual, sensible ante las minorías excluidas, los pueblo originarios, a todos los que sufren, a los pobres, a los pequeños. Ellos traen cosas que son importantes de escuchar y en este sentido enriquecen la comunidad y la misión”.
Para Leonel Burgos, coordinador de PJ SS.CC.en la zona Costa, Rafael y Atilio “nos inspiran la valentía de comprometerse de por vida. Estoy seguro que están muy conscientes de lo que vivimos como iglesia, y ellos quieren ser luz de cambio. Solo puedo agradecerles, como pueblo agradecemos que sean pueblo también”.
Ambos jóvenes estuvieron acompañados de sus padres, quienes manifestaron su alegría por la elección de sus hijos: “Siento mucha emoción y estoy feliz con lo que mi hijo eligió. Nosotros lo apoyamos porque una mamá quiere todo lo mejor para su hijo y esto es lo mejor para él”, dijo Gladys Lobos, mamá de Atilio. Sin embargo, el apoyo no estuvo exento de cuestionamientos como nos contó su padre, Atilio: “a nosotros nos hacían muchas preguntas fuertes, que cómo dejamos al niño y cosas así, pero yo solamente tuve una respuesta: si es de Dios va a llegar lejos, si es del hombre va a quedar en el camino. Pero hasta este momento parece que es de Dios, porque ha caminado harto y hasta ahora no ha quedado en el camino”. La misma alegría y confianza expresaron los padres de Rafa, Cristian y Leonor: “sentimos mucha emoción y felicidad, también esperanza, porque sentimos que Rafa está tomando un camino que no es fácil, pero que queremos que lo haga feliz y que sea realmente un aporte en estos tiempos a la Iglesia que todos queremos, ellos son parte de la renovación… Atilio y Rafael son savia nueva que llega”.
Sin duda Atilio y Rafael tendrán un largo y difícil camino por recorrer, pero no estarán solos en él, como lo manifestó Atilio en sus palabras a nombre de ambos: “creemos que esta invitación es a realizarla junto a ustedes, no solos, sino con cada uno que desea construir el reino de Dios aquí y ahora, y con todas las personas de buena voluntad que buscan un mundo más fraterno y solidario”.
Para Sandro Mancilla ss.cc, “ambos son signo de la renovación de la iglesia y de la congregación que soñamos y necesitamos, son dos hermanos activos que se atreven a plantear sus propuestas, lo que no les parece y a entrar en diálogo. Creo que ellos también saben que como comunidad provincial estamos dispuestos a acompañarlos y a acoger toda la vida nueva que ellos nos han traído y que seguirán aportando”. En la misma línea Rafael señaló que: “es un camino que compartimos con mucha gente, si no fuera así, no estaríamos dando este pasó y creemos que es nuestra manera simple de aportar a un movimiento mayor que busca transformar la iglesia y hacerla más cercana”.
