A los 100 años murió a las 13 horas de hoy miércoles 9 de octubre, Beltrán Villegas ss.cc. Su misa de despedida se celebrará este jueves 10 de octubre a las 14:30 horas en la parroquia La Anunciación ubicada en Pedro de Valdivia con Bilbao, en la comuna de Providencia, en Santiago.
El Superior Provincial de la Congregación manifestó a raíz de su partida, que era “el momento de agradecer al padre Beltrán su vida dedicada al estudio, a la enseñanza y la predicación de la Sagrada Escritura. También su identidad y fidelidad de religioso Sagrados Corazones, que lo hizo estar siempre disponible a esta, y a la Iglesia entera de una manera lúcida, inteligente y a la vez sencilla y humilde, como dice Esteban Gumucio en homilía a Beltrán por las bodas de oro sacerdotal: «Por tus manos de trabajador metódico y perseverante, han pasado muchos discípulos. Tú has sido el alfarero que les modeló un corazón creyente en contacto con la palabra de Dios. Tú no has sido un maestro encaramado en las ambiciones de tronos y cátedras, sino un sencillo cristiano bien plantado en medio del pueblo de Dios y en comunión con él. Tú nunca has querido ser un erudito de gabinete que diseca la palabra del Señor, sino una tierra fértil que recibe, acoge y riega la semilla del Verbo. Tú no has sido un maestro encaramado en las ambiciones de tronos y cátedras, sino un sencillo cristiano bien plantado en medio del pueblo de Dios, y en comunión con él. Gracias, porque toda tu larga historia de sacerdote es una parábola que apunta a Cristo, como el centro de todo (19 de septiembre de 1992)»”.
Y continúa: “Beltrán no solo fue un “exagerado” en sus expresiones y entrega en la vida religiosa y presbiteral, sino en una fe inconmovible en Dios misericordioso, justo y bueno, en quien se apoyó como un niño, un pobre y un pecador y desde ahí elaboró su reflexión teológica”.
Beltrán Villegas Mathieu
Nuestro hermano Beltrán Villegas Mathieu, nació el 20 de mayo de 1919. Una prolífica vida entregada al servicio de la enseñanza de la sagrada escritura. Alberto fue llamado al nacer, como hermano menor de 4 hijos de Alberto y Amelia.
Exalumno ss.cc. de Alameda, en Santiago, a inicios de 1936 ingresó al escolasticado de la congregación en Los Perales (Quilpué). El 22 de marzo de 1936 inició su noviciado, con la «toma de hábito» en el Templo de los SS.CC. de Valparaíso. Al ingresar a la Congregación asumió el nombre religioso de Beltrán, en memoria de su abuelo materno, el diplomático Beltrán Mathieu Andrews (1852-1931).
Realizó en Los Perales sus estudios eclesiásticos de filosofía y teología, entre los años 1937 y 1942. De manos del obispo de Valparaíso, Mons. Rafael Lira Infante, recibió en Valparaíso el diaconado, el 8 de marzo de 1942; y el presbiterado el 19 de septiembre de 1942. Dada su corta edad para recibir el presbiterado, recibió una dispensa de 8 meses de la edad canónica para ordenarse. En 1947, fue enviado por el provincial de la época, Esteban Gumucio, a estudiar Teología en el Angelicum, la Universidad romana de la Orden de Predicadores (Dominicos).
De ese tiempo, Pablo Fontaine ss.cc., quien partió junto a él como estudiante, recuerda que fueron tres años de fraterna convivencia: “Fueron tiempos muy duros de postguerra, no fue fácil. Yo creo que fuimos los primeros en ir a Europa a estudiar. Convivimos 3 años en Roma, donde lo pude apreciar en su inteligencia y en su pasión. Ponía el alma en sus clases”, recuerda.
Durante largos años, y algunas excepciones en que se ausentó para seguir estudiando, fue profesor y director del escolasticado de la congregación, enseñando principalmente el dogma y la Sagrada Escritura. En Roma vivió en la Comunidad Internacional de Estudiantes de la Congregación, en Via San Erasmo 2. El 22 de mayo de 1950 recibió el título de Doctor en Sagrada Teología, con nota summa cum laude; su tesis doctoral versó sobre «El Milenarismo en el Antiguo Testamento, a través del padre Lacunza». Se embarcó de regreso a Chile el 26 de mayo de 1950.
El 12 de septiembre de 1961 viajó a Jerusalén para estudiar Sagrada Escritura en L’Ecole Biblique de Jerusalem, de la Orden de Predicadores. El 22 de noviembre de 1962 obtuvo el grado de Licenciado en Sagrada Escritura, en Roma, en examen rendido ante la Pontificia Comisión Bíblica, con calificación summa cum laude. Durante el desarrollo del Concilio Vaticano II actuó como consultor para el documento Sacrosantum Concilium, sobre la renovación litúrgica.
Desde 1968 comenzó a enseñar de modo habitual en la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica de Chile. En agosto-septiembre de 1968 participó en la Segunda Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Medellín, como teólogo oficialmente invitado a formar parte de ella.
Fue vicedecano de la facultad de Teología UC, los años 1969-1971. El segundo semestre de 1972 viajó a Jerusalén para un año sabático para el estudio de la Sagrada Escritura. En diciembre de 1973 fue elegido como Decano de la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica de Chile, para el período 1974-1976.
Durante estos años actuó permanentemente como asesor teológico de la Conferencia Episcopal de Chile. Los años 1974-1982 fue nombrado Consultor Teológico del Celam. En 1979 fue invitado a participar como asesor de los obispos chilenos en la Tercera Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, en Puebla. En octubre de 1980 fue elegido como miembro de la Studiorum Novi Testamenti Societas, de Cambridge.
Los años 1976-1982 fue Vicario provincial de Manuel Donoso ss.cc.. En septiembre de 1982 fue elegido Consejero General de la Congregación, con residencia en Roma los años 1983-1989. Antes de partir, el 26 de noviembre de 1982 fue distinguido como Doctor Honoris Causa por la Pontificia Universidad Católica de Chile. Estando en Roma, enseñó en la Pontificia Universidad Gregoriana, en el primer semestre del año académico 1984-1985. Durante su estadía en Roma le correspondió presidir la comisión que elaboró las nuevas Constituciones de la Congregación, aprobadas en el Capítulo General de 1988 y promulgadas en 1990.
Retornado a Chile a fines de 1989 fue a vivir a la comunidad adjunta al Colegio de Manquehue y continuó enseñando en la Facultad de Teología hasta el año 1999.
Beltrán desarrolló un amplio trabajo intelectual que se expresó en innumerables conferencias, en una predicación cuidada y de calidad, y en la publicación de más de 150 trabajos de calidad científica publicados desde mediados de la década de 1950 hasta 2002. Sus grandes campos de estudio fueron la teología de San Pablo, los evangelios sinópticos, los Salmos y más ampliamente la literatura sapiencial.
Llegando a los 80 años de edad comenzó una dolorosa cadena de enfermedades. En razón de su decaído estado de salud fue trasladado a la comunidad de hermanos mayores de la Casa Provincial en el año 2004, donde muere a los 100 años de edad.