Comunidad de Colegio SS.CC. de Viña del Mar se suma a la reflexión país

Este sábado 9 de noviembre, de 10 de la mañana y hasta el mediodía, la comunidad del colegio SSCC. de Viña del Mar se reunirá para seguir conversando sobre la crisis que enfrenta el país.

Ya el viernes 25 de octubre realizaron un “claustro” donde participaron todos los estamentos del colegio, a excepción de los estudiantes, pues este espacio buscaba reflexionar lo que acontece en el país, junto con buscar la fórmula de recepción y contención de los estudiantes que se incorporaban la semana siguiente a clases.

Roberto Soto, rector del colegio, valoró la experiencia: “fue bueno escuchar el sentir de la comunidad en las esperanzas y dolores. Queremos seguir conversando como comunidad para escucharnos sobre qué nos pasa y cómo estamos viviendo esto, y enfrentar juntos los desafíos del país”.

Compartimos el fruto de las conversaciones que sostuvieron los profesores, asistentes de la educación, administrativos, auxiliares y equipo directivo del colegio, en el contexto de la crisis social que hoy vive el país (ver comunicado en la web del colegio).

  1. El Colegio Sagrados Corazones tiene la responsabilidad de ser parte activa en la formación de agentes de cambio para nuestra sociedad. Creemos que el Evangelio de Jesús, fuente de esperanza y libertad, es nuestro referente a la hora de enfrentar esta crisis social, de la que somos parte. Creemos en la dignidad de cada persona, dada su condición de hijos e hijas de Dios y hermanos en Cristo. Por lo tanto, Jesús nos mueve a no ser indiferentes frente a quienes viven en condiciones permanentes de desigualdad y vulnerabilidad. Por eso, como colegio estamos llamados a formar niños y jóvenes conscientes y sensibles, que construyan una cultura de paz, de inclusión y justicia social.
  2. Consideramos legítimas las demandas sociales que buscan mayor igualdad social y justicia económica en nuestro país, pues tienen su origen en las profundas desigualdades que el modelo neoliberal ha consagrado en nuestra sociedad durante las últimas décadas. Valoramos, por tanto, la fuerza y la masividad de las manifestaciones pacíficas que se han desarrollado creativamente a lo largo del país.
  3. Condenamos la violencia en todas sus formas. Tanto aquella violencia sutil y cotidiana que experimentan muchas personas a raíz de la desigualdad, expresada en los privilegios de unos pocos  sobre las faltas de oportunidades de muchos, quienes no pueden acceder  a  una salud, educación ni pensiones dignas; desigualdad que también se manifiesta en la disposición indiscriminada de bienes naturales del país y en zonas de sacrificios. Como también condenamos la violencia evidenciada tanto en el vandalismo expresado en los saqueos y disturbios como en aquellas acciones desmedidas realizadas para reprimirlos  y, que hemos visto durante estos días, producen un tremendo daño a las personas e instituciones. En este proceso de crisis y justa manifestación de demandas sociales por parte de la ciudadanía,  es fundamental mantener, por parte de todos los actores, el respeto irrestricto a los Derechos Humanos.  Tenemos la convicción de que el fin no justifica los medios.
  4. Es por eso que la solución a la crisis actual pasa por la construcción de un nuevo orden social más justo y equitativo. En este contexto, nuestro Colegio tiene un rol clave en la formación de la conciencia social de su comunidad educativa. Juntos hemos de participar activamente en la formación de nuestros estudiantes para que puedan tener una mirada crítica ante la realidad y sean promotores de acciones constructivas de una sociedad donde prime la solidaridad y los valores democráticos.
  5. El aprender a vivir en comunidad sin desintegrarnos como sociedad es un gran desafío para el país y una oportunidad de testimoniar la Espiritualidad de los Sagrados Corazones. En la medida en que cada uno de nosotros cultiva la empatía, el diálogo y el respeto en la diversidad, generamos mayores oportunidades de cohesión social para nuestro país.
  6. En estos momentos difíciles, renovamos nuestro compromiso con los valores institucionales Sagrados Corazones: la fraternidad, la solidaridad, el respeto y la responsabilidad. Pues es  nuestra fe en Jesús de Nazaret la que nos mueve, desde el amor y la misericordia a reflexionar y promover una sociedad más justa y fraterna.
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