El padre Esteban Gumucio ss.cc.

Presentaré la figura del P. Esteban en dos partes: las etapas principales de su vida y algunos rasgos de su personalidad humana y cristianaeste.

  1. Etapas de su vida
  2. a) Familia

Nació el 3 de setiembre de 1914 en Santiago. Su padre, Rafael Luis Gumucio Vergara, era abogado, periodista y político. Como periodista trabajó en diarios católicos, pertenecientes en parte a la jerarquía de la iglesia, en parte a dirigentes del partico conservador, en esa época considerado como el partido de la iglesia; fue director de La Unión de Valparaíso y de El Diario Ilustrado de Santiago. Como político, participó en el partido conservador, al que representó como diputado y senador, y del que fue vicepresidente y presidente.

La mamá, Amelia Vives Vives fue dueña de casa; tuvo una infancia triste: su madre murió siendo ella niña, su papá se casó con la hermana de su primera esposa y esta puso a sus dos sobrinas (ahora hijastras) como internas en un colegio de religiosas; así, tuvieron poca vida de familia y vieron poco a su papá.

Al nacer, el P. Esteban fue bautizado como Joaquín Benedicto; fue el 5° hijo, aunque ya habían muerto muy pequeñas dos hermanas que él no conoció. Fue muy amigo de su hermano Vicente, un año mayor que él, y de los 4 siguientes (2 mujeres y 2 hombres), con los que jugaba mucho; Joaquín era el alma de esos juegos, que él inventaba; también les contaba cuentos que surgían de su imaginación. Joaquín se siente muy querido por sus padres. En sus recuerdos, siempre habla de una infancia feliz. Hasta que llega el año doloroso, 1927.

  1. b) 1927, el año doloroso

Ese año, el coronel Carlos Ibáñez, ministro de la guerra, empieza a apoderarse del gobierno y, a poco andar, termina como dictador; fue derrocado en julio de 1931, por crecientes rebeliones. Desde su tribuna en El Diario Ilustrado, Don Rafael Luis Gumucio defiende la democracia y se opone al inicio de la dictadura. Es tomado preso, junto con otros parlamentarios y dirigentes sindicales, y se los embarca rumbo al destierro. Logra llegar a Europa y en abril encuentra una posibilidad de establecerse en Lovaina, Bélgica; hace venir a su familia, que ya cuenta con 9 hijos, por el nacimiento de Teresita, la última, en junio de 1927, y, para costear el viaje, vende su casa de Santiago. La familia llega a mediados de setiembre y se instala en Lovaina el día 24. Pero la mamá muere repentinamente el 28 de diciembre de un aneurisma en la aorta, dejando desolado a su marido. Joaquín y Vicente lo apoyan, haciéndose cargo lo más posible de los hermanos menores. Con ayuda del arzobispo de Santiago Don Rafael Luis logra autorización del coronel Ibáñez para volver con su familia a Chile, adonde llega a fines de febrero de 1928; el precio es su compromiso de no intervenir públicamente en asuntos políticos. El exilio ha sido breve, pero de emociones muy intensas, que marcan muy hondamente la vida de Joaquín.

  1. c) La decisión

Joaquín vuelve al colegio de los SSCC de Alameda (Santiago) donde ha hecho los cursos de preparatorias y el 1° de humanidades (en esos años eran 3 de preparatorias, a las que se entraba de 9 años, sabiendo leer, escribir y las operaciones básicas de matemáticas y 6 de humanidades). Se integra al 3° de humanidades. A fines del 6° la costumbre es que los alumnos hagan un retiro de 3 días en Los Perales. En ese retiro Joaquín siente con fuerza el llamado a ser religioso de los SSCC. Oigamos cómo lo cuenta al final de su vida, el año 2000 (un año antes de morir):

El día más joven de mi vida fue a los 17 años, con el Evangelio de Juan en mis manos. Dios me dijo al corazón “dame de beber” “Si conocieras el don de Dios”. Y yo le dije “sí” a Dios. Hace 69 años le dije que “sí”. Lo recuerdo todo. Era en el campo y los espinos estaban floridos. Todo respiraba ansias de amar, anhelos de descubrir caminos, inmensos deseos de ser feliz, de ser todo a la vez. Pero mi corazón de adolescente se traía todo mezclado: muchos “sí” y muchos “no”: muchos propósitos santos y buenos, y muchos miedos, muchas timideces y, a veces, negativas y negaciones, como Pedro. Pero esa tarde, todo fue diferente: se evaporaron todos mis “no” y todas mis cobardías y yo libremente me dejé seducir por Jesucristo. Comprendí que todo lo que yo no podía hacer solo, lo podía con Él y en Él. Ese fue el día más joven de mi vida, el día de la audacia más grande que yo podía soñar. Él me dijo: ¿vienes? Y yo le dije “sí” para siempre

  1. d) Formación y primeros años de sacerdocio

Joaquín viaja a Los Perales, sede del noviciado, el 21 de enero de 1932. Al empezar su noviciado cambia su nombre por el de Esteban, que conservará hasta el final de su vida[1]. Se ordena de sacerdote el 18 de diciembre de 1938, pero debe terminar sus estudios hasta setiembre de 1939, porque ha tenido una enfermedad al pulmón en 1936 que le ha impedido estudiar dos trimestres de ese año.

De 1940 hasta comienzos de 1947 es profesor en el colegio de la Alameda. Son los años de la 2ª Guerra mundial, que hace sufrir mucho a los hermanos franceses en Chile y que repercutirá en Chile en graves problemas económicos durante toda la década del 50.

En abril y mayo de 1947 el Superior General, P. Juan d’Elbée visita la provincia; es la primera visita de un Superior general a estas lejanas latitudes. Al término de ella, nombra provincial al P. Esteban, que no cumple aún 33 años. Su mandato es por 5 años.

 

  1. e) Provincial

Son años muy difíciles para él, porque no se siente a la altura de la tarea encomendada. Al recibir el cargo, él ha pensado que puede colaborar en dos frentes. El primero es ayudar a mejorar la relación entre el grupo de los franceses, hasta hace poco la mayoría de la provincia, y el grupo de los chilenos, que en esos años va creciendo muy rápidamente hasta pasar a ser la mayoría de la provincia. Los franceses son mayores, tienen experiencia en la tarea escolar y se sienten depositarios de la tradición de la provincia; los chilenos son jóvenes y buscan abrir a la provincia a nuevas formas de llevar los colegios y a nuevos campos de la tarea pastoral. El segundo frente es impulsar la vida espiritual y religiosa de los hermanos jóvenes chilenos, a veces deficitaria. El balance que hace Esteban una y otra vez es que en ambos frentes ha fracasado. Además, tiene la sensación de no tener capacidad de mando, y piensa que alguien con más capacidad podría hacer maravillas en la provincia, porque hay muy buen material humano.

Esta permanente sensación de fracaso lo hace vivir tironeado entre su decisión de obedecer, porque cree firmemente que la decisión del P. General representa lo que Dios quiere para él, y el deseo, a ratos obsesivo y angustioso de “tirar la toalla” y renunciar. Porque, además, de no sentirse a la altura de la tarea, va creciendo en él un deseo poderoso de dedicarse a los pobres. El problema se hace prácticamente insoportable cuando, en mayo de 1952, recibe la carta en que el P. General lo nombra provincial por un nuevo período de 5 años. El P. General se da cuenta de lo atormentado que está y decide que en setiembre de 1953, durante el Capítulo General que se celebrará en Zandhoven, Bélgica, y al que Esteban asistirá en cuanto provincial, revisarán el nombramiento en conversaciones cara a cara. Esto aplaca la angustia de Esteban. En Zandhoven, el Superior General decide relevarlo del cargo. Vuelve a Santiago como superior de esa comunidad. En 1956 es nombrado maestro de Novicios en Los Perales, donde se queda hasta 1963. Ese año marca el inicio de una nueva etapa en la vida del P. Esteban, porque es destinado, a partir de 1964, a fundar una parroquia nueva en una zona obrera de Santiago, situada en la zona sur: la que será la parroquia San Pedro y San Pablo. Ahí se quedará –salvo los 5 años en La Unión (1986-1990)– hasta su muerte el 6 de mayo de 2001. Paralelamente, desde 1974 y también hasta su muerte, prestará una importante colaboración al movimiento Encuentro Matrimonial.

  1. f) Esteban en el mundo popular

Los años de Esteban en el mundo popular son muy intensos. En parte, por la intensidad de la vida social y política en el país: son los años de la “Revolución en libertad” del Pdte Eduardo Frei Montalva (1964-1970), de la “Revolución a la chilena o con empanadas y vino tinto” como paso al socialismo del Pdte Salvador Allende (1970-1973), de la “Revolución silenciosa” de la dictadura militar (1973-1990) y de la recuperación de la democracia con los gobiernos de la Concertación (1990 y hasta más allá de la muerte de Esteban). Pero la intensidad de estos años se origina también en el mismo Esteban que, a pesar de haber llegado casi de 50 años cumplidos, vive una profunda transformación de su manera de vivir y de su mundo interior, que lo enriquecen mucho. Necesitaríamos varias charlas para poder describir, aunque superficialmente, la experiencia de Esteban en esos años. Baste sólo una mención a su defensa apasionada de los derechos humanos conculcados durante la dictadura.

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