Hoy 19 de septiembre celebramos un año más de la muerte de un gran discípulo de Cristo.
Wikipedia presenta así a nuestro mártir:
Joan Alsina Hurtos (Castellón de Ampurias, España; 28/IV/1942 – Santiago, Chile: 19/IX/1973)
fue un sacerdote obrero
Causa de la muerte: Fusilamiento
Fallecimiento: 19 de septiembre de 1973
Joan Alsina ejercía su ministerio en la Parroquia San Ignacio de San Bernardo y como Jefe de Personal en el Hospital San Juan de Dios (Santiago de Chile)
El Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973. Desde el hospital pudo ver el bombardeo de La Moneda. Los días 11 y 12 de septiembre en el hospital se organizaron para atender a los heridos producto de la represión. Sus compañeros le señalaron a Juan, que por su condición de dirigente sindical podría ser detenido pero el continuó su trabajo.
Juan Alsina Hurtos, sintió que su misión era encarnarse en el mundo del trabajo. Eran los tiempos en que la Iglesia despertó y se identificó como Cristo con los sencillos de este mundo. En los años 70 la gente sencilla empezó a luchar por una justicia social amplia. La Iglesia comprendió que debía evangelizar esa nueva conciencia con la palabra viva de Dios. Tenía sentido ser sacerdote obrero. El trabajador no sentía que la Iglesia estaba de su lado. Había que dar pasos de acercamiento.
Hoy estamos en el estallido social y con pandemia. También hay un despertar social como en ese entonces. La crisis de los abusos en la Iglesia nos exige “desmontar” los abusos de conciencia, poder y sexual, por fidelidad a Jesús que se identifica con los abusados.
Esto no se hace solo, ni principalmente desde la institucionalidad de la Iglesia, – que por lo demás debe reformarse en la forma como se ejerce el poder-, sino desde el amor profundo al abusado, así como Juan Alsina mostró su amor a los trabajadores de la salud. Así como Iglesia, Pueblo de Dios debemos dar el paso de un encuentro más estrecho, personalizado con los abusados.
Poco antes de salir a trabajar al Hospital, él escribió una serie de textos bíblicos que orientaron su decisión. Él sabía que los militares lo buscaban porque era dirigente sindical. Si se presentaba a trabajar lo podían detener.
“si el grano de trigo no cae en tierra y muere, no produce fruto”
“llevamos vino nuevo, en odres viejos”
“nos llevan como ovejas al matadero”
Iluminado por estas palabras de Jesús, decidió salir a trabajar como lo hacen todos los trabajadores.
Los militares lo tomaron preso y muy pronto aparece muerto en el puente Bulnes. Por testimonio del soldado que lo mató, supimos de su amor misericordioso. Juan le dice al soldado que le vendaba los ojos para matarlo “no me vendes los ojos, porque quiero verte para darte el perdón”.
La Iglesia chilena de hoy es acusada y con razón de clericalista, quiere rePorconvertirse de este mal. Queremos amar con la sencillez de Jesús. Figuras como nuestro hermano sacerdote Juan Alsina o como Arnoldo Vega sacerdote de Concepción, recién fallecido, son ejemplo y fuente de inspiración para un sacerdocio no lleno de poder, sino al modo de Jesús, hombre de a pie que amo hasta el extremo.
Gracias hermano sacerdote Juan Alsina, ruega por nuestra conversión.
