Religiosas SSCC reciben administración parroquial en Pemuco

La ceremonia fue encabezada por el obispo de Chillán, Sergio Pérez de Arce en La Parroquia San José de esa comuna que quedó a cargo de las hermanas Adriana Salinas, Valentina Pérez y Susana Dumrauf.

En una emotiva celebración encabezada por el obispo de la Diócesis de Chillán, padre Sergio Pérez de Arce, las hermanas SSCC Adriana Salinas, Valentina Pérez y Susana Dumrauf, asumieron la conducción de la Parroquia San José de Pemuco. Aunque la tarea la asumen como comunidad, “Responsable Parroquial” será la Hermana Susana, quien ejercerá en la práctica las funciones propias de un párroco, salvo las que requieren carácter presbiteral, para lo cual contarán con la colaboración de los sacerdotes de la vecina Parroquia de El Carmen.

En la ceremonia, con aforo acotado por la pandemia, el obispo hizo entrega de las llaves de la parroquia e invitó a la comunidad a acompañar la misión de las religiosas, que, entre otras tareas, estarán a cargo de las gestiones para la recuperación del templo central, que resultó con serios daños tras el terremoto de 2010.

“La novedad de este cambio en la conducción de la Parroquia, es que no asume un sacerdote, como es habitual, sino una comunidad religiosa. Esto está motivado por la falta de sacerdotes, pero también por la necesidad de buscar nuevas formas de atender nuestras parroquias. En todos lados tenemos que buscar nuevas formas, aunque tengan sacerdotes: formas más corresponsables, misioneras, sinodales. Aquí, sin duda, hay un elemento adicional, asume una comunidad religiosa femenina, lo que nos recuerda un desafío fundamental que tiene la iglesia actual:  preguntarse por el rol de las religiosas y de la mujer en la iglesia. No significa que postulemos que ellas empiecen a asumir parroquias por aquí y por allá, o empiecen a reemplazar a los sacerdotes en cualquier tarea, sino que busquemos juntos la manera de hacernos más corresponsables en la iglesia, con el aporte de todos, varones y mujeres, ministros ordenados y laicos. Ese es el desafío que tenemos”, indicó el obispo de Chillán.

Comentando el evangelio, el obispo agrego que “Jesús viene también hoy a nuestras vidas, de mil maneras. Que nosotros no nos quedemos en recelos, distancias, con un corazón cerrado, sino que nos abramos a su palabra y a su misericordia, y le demos al Señor la acogida y el asentimiento de nuestra fe, una acogida agradecida y disponible a sus caminos. Y que frente a las Hermanas que llegan a servir, no nos gane el prejuicio o la descalificación: que no son sacerdotes, que son mujeres, que son religiosas y no usan hábito…, sino que percibamos su presencia como una visita de Dios, así como ellas deben abrirse también a la novedad de Dios que encontrarán entre ustedes, en la vida de la Parroquia y de la comuna”, invitó.

La hermana Susana dijo al finalizar la celebración que “ya estamos en la comunidad junto a las hermanas hace una semana. Hemos tenido contacto con algunos grupos de la parroquia, el Consejo Parroquial, las comunidades rurales y pensamos que es una comunidad muy creativa, llena de entusiasmo y también con muchas ganas de seguir conociendo al Señor. Esperamos que Dios, la Virgen y San José nos acompañen en esta misión comunitaria y en eso va a estar nuestra fuerza, que el Señor nos bendiga y a toda la comunidad de Pemuco y a todas las personas de buena voluntad que nos quieran ayudar a que Pemuco sea un lugar con mayor justicia, más solidaridad y mayor sinodalidad”.

También acompañó la ceremonia la hermana Irene Arias, coordinadora territorial en Chile de la SSCC, quien indicó que “el que nosotras hayamos llegado acá también es un gran desafío, un gozo y una esperanza de una iglesia nueva, más abierta, sencilla, una iglesia más corresponsable con una mayor sensibilidad, especialmente hacia los más pobres, solos y desposeídos. Le pedimos a la comunidad que tenga confianza, que se abra a una experiencia distinta pero que será muy positiva”, precisó.

Las religiosas de los SSCC están presentes en la vecina comuna de El Carmen desde hace muchos años. A partir de esa presencia, se conversó con ellas a fines del año pasado para plantearles la posibilidad de asumir en Pemuco. Luego de un discernimiento que incluyó la decisión de cerrar una comunidad en Santiago, la Congregación respondió positivamente en marzo y este domingo se hizo realidad el sueño de toda la Diócesis que se suma a la administración parroquial que en 2019 se les entregó a las religiosas de Santo Domingo en Chillán, parroquia hoy a cargo de la hermana Marta García.

Ir al contenido