VIDEO: Agradecemos a Aníbal Matus su testimonio de vida, tan fecundo, valiente e inspirador

Con pesar parroquia San Pedro y San Pablo dio conocer la partida de don Aníbal Matus Rodríguez, emblemático y querido agente pastoral, destacado por su testimonio cristiano en medio de las comunidades de este sector, de la Zona Sur de Santiago.

«Tata Aníbal. siempre generoso de gran sabiduría. Carpintero, obrero, catequista y sindicalista. Dios usó sus manos y sus palabras; su inteligencia :  voluntad y coraje para construir entre nosotros su reino de mayor y justicia. Tabita Aníbal: Ud. continúa siendo semilla y fruto; maestro y hermano mayor de esta comunidad que le sigue queriendo y agradeciendo» expresaron desde  las comunidades de la parroquia San Pedro y San Pablo.

A lo que él provincial de los Sagrados Corazones, René Cabezón ss.cc, agregó que «Agradecemos su testimonio de vida tan fecundo, valiente e inspirados, rezamos  por don Aníbal y  su familia» indicó

Su familia nos comparte un semblanza de vida y obra de Aníbal Matus Rodríguez , “Adios quiere decir: vaya usted con dios

Aníbal Matus Rodríguez, nació el 22 de enero 1931 en Santiago, al cabo de unos años su familia, padres y seis hermanos, se trasladan a la localidad de Rosario, donde  pasa gran parte de su niñez y juventud. De adulto se desempeñó como carpintero en una fabrica y en ese contexto ejerció como sindicalista junto a su amigo Clotario Blest.

Abrazó siempre las ideas de una izquierda cristiana y durante la dictadura siguió ferreamente luchando por los derechos humanos y la justicia social, acompañado en todo momento por los sacerdotes de los Sagrados Corazones, particularmente por Ronaldo Muñoz ss.cc y las huellas indelebles de la Teología de la liberación.

Desempeña su compromiso católico en la parroquia San Pedro y san Pablo y  en diversas organizaciones sociales y populares de la comuna de La Granja como: FOLICO (formación de líderes cristianos obreros), Bolsa de Cesantes, Escuela Casa Azul, talleres y clubes del adulto mayor, Tierra Nueva, entre otras.

Incansable colaborador en diversos proyectos de promoción humana y cristiana, el año 1994 recibe “La cruz del Apostól Santiago”, en mérito a sus relevantes servicios prestados a nuestra iglesia.

Se casó con Blanca Rosa Salazar Mora, tuvo cuatro hijos: Blanca, Cecilia, Enrique y Viviana, actualmente tenía decenas de sobrinos, ocho nietos y trece bisnietos, repartidos entre Chile, Australia, Francia y Estados Unidos.

Desde la fundación de nuestra parroquia, junto al padre Esteban Gumucio y varios párrocos, animaron los Encuentros Matrimoniales, la catequesis, ministerio de la comunión, pastoral social y de enfermos.

Era hincha del club O’higgins de Rancagua, le gustaban los tangos de Gardel y Piazzola, fiel auditor de la radio Bío Bío e inseparable del “jote” diario a la hora del almuerzo. Fue “viejito pascuero” en la Plaza de Armas de Santiago.

En los ultimos años su salud se ve muy deteriorada por diversas causales,  pasa este tiempo de “reposo forzado” en casa, atendido por su familia, cuidadora y el destacado equipo de postrados del CESFAM , atesorando la vida comunitaria de su amada capilla Nuestra Señora de Guadalupe en la población Yungay,  escuchando desde su cama la eucaristía virtual dominical y pidiendo la santa comunión sin cesar.

Inició su pascua, su travesía por el camino de la luz, este domingo 20 de febrero de 2022.

 

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