Obispo y hermano de nuestra congregación oró en liturgia «Oración por Chile y el nuevo gobierno» en la que participaron el nuevo Presidente de la República, autoridades que asumen, obispos católicos, integrantes de diversas denominaciones religiosas y organizaciones civiles. Durante la ceremonia hubo menciones a la situación bélica en Ucrania y llamados a la paz.
Con la presencia del Presidente de la República, Gabriel Boric y las nuevas autoridades de gobierno recién asumidas, se realizó la tradicional liturgia en el contexto del Cambio de Mando Presidencial, llamada «Oración por Chile y el nuevo gobierno», la que se realizó este sábado 12 de marzo de 2022, a las 11:30 horas, en la Catedral Metropolitana de Santiago.
La celebración fue presidida por el arzobispo de Santiago, cardenal Celesatino Aós, quien llamó a ir en auxilio de «nuestra sociedad herida». El arzobispo insistió en que todos “somos de Dios y no pertenencia del Estado”, y que al ir en ayuda de los más necesitados el gran objetivo, más que la entrega de dinero, es “permitir una vida digna a través del trabajo”. Del mismo modo, enfatizó la corresponsabilidad de todos los chilenos al “iniciar y generar nuevos procesos y transformaciones”.
Su homilía constó de tres puntos de reflexión: 1. Jesús quiere y trae la vida para todos.; 2. Cuidado especial de los más débiles y pobres; y 3. Buscar la vida para todos, ocuparse principalmente de los más débiles (VER HOMILÍA COMPLETA, AQUÍ).
En estos temas, enfatizó primero que «La exclusión no es camino. Una familia, una sociedad donde uno o unos pocos disfrutan mientras otros sufren caminan hacia el conflicto y la desintegración. Una sociedad es sana y buena cuando todos disfrutan de la vida, aunque a algunos se les exijan sacrificios».
Luego, señaló «Nos hace falta reconocer la tentación que nos circunda de desentendernos de los demás; especialmente de los más débiles. El mayor riesgo es no amar. Como todos estamos muy concentrados en nuestras propias necesidades, ver a alguien sufriendo nos molesta, nos perturba, porque no queremos perder nuestro tiempo por culpa de los problemas ajenos».
Y en el punto tres, indicó que «El bien, como también el amor, la justicia y la solidaridad, no se alcanzan de una vez para siempre; han de ser conquistados cada día. No es posible conformarse con lo que ya se ha conseguido en el pasado e instalarse. No hay punto final en la construcción de la paz social de un país, sino que es una tarea que no da tregua y que exige el compromiso de todos.
Concluyó señalando que «Chile nos necesita como artesanos de paz, como ejemplos de diálogo, dispuestos a generar procesos de sanación y de reencuentro con ingenio y audacia. ‘Señor, haz de mi un instrumento de tu paz’. No podemos ponernos de acuerdo y unirnos para vengarnos, para hacerle al que fue violento lo mismo que él nos hizo, para planificar ocasiones de desquite bajo formatos aparentemente legales. Así no se gana nada y a la larga se pierde todo».
ORACIONES
En la oportunidad, diversas iglesias cristianas y espiritualidades formularon oraciones por los distintos ámbitos y problemas existentes en Chile. Cada oración fue formulada por un pastor o un representante diferente, participando hombres y mujeres.
Entre los contenidos de las oraciones estuvo la situación laboral, de los jóvenes, las mujeres, los migrantes, y pueblos originarios. También se oró por la paz, unidad, fraternidad y esperanza en el país. Por las iglesias y el bienestar del pueblo. Igual se oró por las diferencias existentes.
También estuvo presente haciendo oración el obispo de Chillán y Secretario General de la Conferencia Episcopal, Sergio Pérez de Arce, ss.cc. Nuestro hermano pidió por por el nuevo gobierno del Presidente Gabriel Boric. Dijo:
«Padre y Pastor de la humanidad, que tienes en tus manos los corazones de los hombres y los derechos de las naciones, mira con amor a nuestros nuevos gobernantes. Concédeles un oído atento para escuchar a tu pueblo, un discernimiento lúcido para descubrir sus fortalezas y comprender sus necesidades. Otórgales la inteligencia y el vigor que requieren para combatir el mal, como así mismo el espíritu de servicio que precisan para ejercer su autoridad con sabiduría, prudencia y abnegación, alentando las iniciativas que buscan el bien y la verdad, y tomando las decisiones eficaces que promuevan el progreso de la Nación».
Asimismo la Comunidad Judía en Chile, pidió por la paz y por un país más solidario. En otro momento, la Comunidad Musulmana, saludó al Presidente de la República, al arzobispo y todos los presentes. Luego pidió por el éxito de la nueva administración. Especialmente pidió por la juventud del Presidente y sus colaboradores para que ello implique dar todo por la Nación.
La liturgia concluyó con las entonaciones del himno nacional y de la oración de San Francisco, mientras se le obsequió un cirio al Presidente de la República.
Fotos del Arzobispado de Santiago.