Cuasimodo 2022: El Señor Resucitado visitó a los enfermos llenándolos de esperanza 

Parroquias Jesucristo Misionero de Reñaca Alto y San Pedro y San Pablo de La Granja, nos comparten sus testimonios acerca de esta tradicional festividad religiosa

 

¡Viva Cristo Resucitado! ¡Viva Cristo Rey! ¡Viva los cuasimodistas de Chile!, ¡Viva la Virgen del Carmen! Fueron parte de las exclamaciones que animaron la celebración de Cuasimodo 2022, festividad propia de nuestra iglesia chilena, que se realizó el pasado domingo  24 de abril, en diversos lugares de nuestro país, para celebrar a Jesús Resucitado.

En el caso de las parroquias, donde la Congregación de los Sagrados Corazones, tiene presencia, se realizó en Jesucristo Misionero, ubicada en localidad Reñaca Alto, en la V región, hasta este lugar llegó el provincial René Cabezón ss.cc, quien acompañó a esta comunidad a visitar alrededor de 80 familias del sector, junto al párroco Ricardo Sotomayor ss.cc. y la hermana María del Carmen Espinosa.

Fue una experiencia muy alegre y festiva, reanimó la fe de la gente en tiempos de desolación por la pandemia, dolores y enfermedades. Vimos una iglesia que empieza a curar sus heridas, con el cariño y la acogida de la  gente, del pueblo de Dios, por su servicio a través de los comedores, las ollas comunes y la visita a los enfermos. La iglesia comienza a ser mirada nuevamente con más gratitud, al ver que está haciendo un camino de renovar y renacer” señaló el provincial René Cabezón ss.cc.

“Correr a Cristo” es el propósito de la festividad de Cuasimodo, la cuál se suspendió por dos años, pero ahora volvió más renovada, nos cuenta Cecilia Ibaceta, secretaria de la parroquia Jesucristo Misionero: “Esta festividad venía en decadencia antes de la pandemia, pero este año resurgió y fue muy bonito. Aumentaron los huasos, los niños, los vehículos, logramos hacer tres grandes grupos, priorizando visitar a las personas postradas que eran como 50, pero en el camino se asomaban muchas más, que querían recibir la comunión” expresó  Ibaceta.

Esta comunidad de cuasimodistas de la parroquia Jesucristo Misionero, tiene 31 años  de historia, son parte de la comisión nacional que funciona en el Santuario Nacional de Maipú, en esta oportunidad, cuenta René Cabezón, ss.cc,  participaron una veintena de autos y 120 jinetes de huasos del mismo sector y otras localidades de Viña del Mar,  como Chorrillo, Achupallas, Miraflores, Concón y Quilpué: “Me llamó la atención que muchos de los jinetes eran jóvenes y algunos  hasta niños, es una tradición que se va renovando y que las familias visitadas agradecen, sobre todo,  en este ambiente de festividad que anuncia a Cristo Resucitado, dando esperanza y reconfortando espiritualmente a los enfermos de la comunidad”, finalizó el provincial.

 

Cuasimodo en la parroquia San Pedro y San Pablo de La Granja 

“Este cuasimodo fue reencontrarnos con el Señor, reencontrarnos con esa gente que no puede ir a comulgar, visitarlos fue muy emocionante. Fue caminar con Jesús Resucitado, que nos inspira, nos dio paz, amor y entrega a los demás. Fue muy emocionante compartir con las familias que visitamos, era una emoción para ellos que el Señor se hiciera presente en su casa, fue espiritual y muy alegre”, relató Loreto Morales, agente pastoral, que visitó a los enfermos de las comunidades aledañas a la parroquia San Pedro y San Pablo, en la comuna de la Gra

La mañana del domingo 24 de abril, el equipo de Pastoral de la Salud, liderado por Nelly Fernández, pudo luego de dos años, dar vida a la festividad de Cuasimodo, visitando a una cincuentenas de familias, presente en las sietes comunidades que conforman la parroquia, entre ellos también un hogar de ancianos llamado  Génesis, que alberga a 50 adultos mayores, sumando más de 100 las  personas que recibieron la comunión.

 

“Todos los enfermos estaban muy contentos, felices de recibir nuevamente a Jesús Sacramentado, algunos después de muchos años. Fue un Cuasimodo lleno de esperanza, de alegría, de volver a comprobar la inmensa necesidad de Dios, ver cómo aún en medio del dolor, de la enfermedad, de la carencias y la soledad, la gente revive, se siente reconfortada, acompañada y sostenida por la fe  y por Jesús “ nos contó con emoción, la encargada de la pastoral de la salud de la parroquia San Pedro y San Pablo.

Además agregó que, en algunos casos, hubo que entregar el sacramento Unción de los Enfermos, lo que fue muy gratificante para las familias y cuidadores, entre ellos los  trabajadores extranjeros del hogar de ancianos Génesis, quienes estaban muy sorprendidos, por esta fiesta religiosa propia de nuestra Iglesia chilena.

“Estamos muy agradecidos de Dios, de los sacerdotes, diáconos, ministros extraordinarios de la comunión y todos los que participaron, ya que lo hicieron con alegría y respeto en este hermoso servicio al estilo de Jesús: gratuito, lleno de fe, esperanza y amor”, finalizó con gratitud Nelly Fernández.

Ir al contenido