Al reciente asesinato de dos sacerdotes jesuitas en México, se suma el homicidio de una religiosa italiana que misionaba en Haití.
La muerte de la religiosa identificada como Luiza Dell’Ortto, se originó en un asalto donde fue víctima de un robo armado. Ella fue transportada herida al hospital de Bernard Mevs de la capital, donde luego falleció.
La religiosa pertenecía a la comunidad de las Hermanistas del Evangelio, llevaba viviendo 20 años en Haití y antes había sido misionera en Camerún y Madagascar. Actualmente trabajaba en Puerto Príncipe como profesora de filosofía en el Seminario Mayor de Notre-Dame y en la casa de formación de los Salesianos.
Según informa la prensa local, “hombres armados mataron a la religiosa italiana en la madrugada del sábado 25 de junio en la entrada (del barrio) Delmas 19, cercano al aeropuerto, confirmaron fuentes cercanas a la fallecida”.
Religiosa Mártir
El papa Francisco en el Ángelus del pasado domingo 26 de junio, calificó a la religiosa como mártir. «Deseo expresar mi cercanía a los familiares y a las hermanas de sor Luisa Dell’Orto, pequeña hermana del Evangelio de Charles de Foucauld, asesinada ayer en Puerto Príncipe, capital de Haití. La hermana Luisa vivía allí desde hacía 20 años, dedicada sobre todo al servicio de los niños de la calle», dijo el Papa.
En redes sociales se recordó lo que Luisa Dell’Orto había dicho el pasado mes de octubre a un grupo de misioneros. Escribió, entonces:
«Me dirán que estoy un poco loca. ¿Por qué permanecer aquí? ¿Por qué exponerse al riesgo? ¿Qué sentido tiene vivir con tanta incomodidad? ¿No sería mejor que la gente resolviera sus propios problemas? No podemos callar lo que hemos visto y oído. ¡Poder contar con alguien es importante para vivir! Y dar testimonio de que se puede contar con la solidaridad que surge de la fe y el amor a Dios es el mayor don que podemos ofrecer».
Mártires de México
Este caso ocurre a solo cinco días del asesinato de los jesuitas Javier Campos, de 79 años y Joaquín Mora, de 80, y el guía de turistas Pedro Palma, asesinados en un templo católico en el municipio de Urique, Chihuahua, México, donde Palma se había refugiado tras ser perseguido por narcotraficantes (ver más aquí).
Según la agencia italiana ANSA, “tras la muerte de los religiosos, que desató un coro de críticas, lamentaciones y condenas de todos los sectores e incluso a nivel internacional, incluido el propio Papa Francisco, rectores y directores del Sistema Universitario Jesuita denunciaron la existencia de un ‘Estado fallido’ y dijeron que en el país (México) ‘impera la ley de la selva. La política de seguridad no está sirviendo. Todo lo contrario, el narcotráfico avanza. Estamos solos, abandonados, sometidos a la ley del más fuerte», señaló en un comunicado del grupo de decanos de las universidades jesuitas, quienes exigieron «revisar el modelo de seguridad hasta hoy militarizado». «Hay una institucionalidad débil, corrompida y omisa», afirmó la declaración de los rectores, reunidos en el reciente fin de semana durante un congreso en la ciudad de León.
Martirologio Latinomaricano
En enero último, con motivo de la la beatificación del jesuita Rutilio Grande, del franciscano italiano Fray Cosme Spessotto, y de los laicos Manuel Solórzano y Nelson Rutilio Lemus Chávez, los cuatro asesinados en El Salvador, la Confederación de Religiosas y Religiosos de América Latina, CLAR, reflexionó señalando que:
“Esta Vida Religiosa martirial de América Latina se inscribe dentro de todo el numerosísimo martirologio de América Latina y el Caribe, que abarca a obispos como Romero y Angelelli, a sacerdotes, catequistas, agentes de pastoral, líderes campesinos, indígenas, mujeres, niños, ancianos, jóvenes, poblaciones enteras masacradas”. “El martirio – recuerda el texto – forma parte de la historia actual de la Iglesia de América Latina y el Caribe”. «El ejemplo de estos hermanos y de tantas hermanas mártires, que han ofrendado su vida por el Reino de Dios en América Latina y el Caribe son una interpelación para toda la Vida Religiosa y para toda la Iglesia: ¿Somos legítimos compañeros y sucesores de estos mártires? ¿Continuamos viviendo sus opciones, su radicalidad, su testimonio martirial?». (Del documento: «Como Jesús y por las mismas razones que Jesús”).
El martirio de religiosas y religiosos en el continente latinoamericano y caribeño alcanza a más del 46 por ciento de los asesinatos generados por hechos de violencia política o criminal. según estadísticas anuales que lleva la agencia Fides, dependiente de Obras Misionales Pontificias. Un informe publicado indica que en la década 2005/2015 el total de operadores pastorales católicos asesinados en todo el mundo fue de 259 y los caídos en el continente americanos constituyen el 46,6%.