La Parroquia San Pedro y San Pablo celebró el “mes de la patria” dedicando la eucaristía del último domingo para orar en especial por un Chile en diálogo y sin exclusiones.
“Chile, una mesa para todos, y una patria donde todos estemos”, fue el lema que guió la eucaristía parroquial del mediodía del domingo 25 de septiembre, en San Pedro y San Pablo, comuna de La Granja.
Con un templo parroquial que “hacía tiempo que no lo teníamos tan lleno”, como destacó la animadora de la liturgia, se evocó y oró por un Chile que camina hacia una nueva etapa como país y donde se espera que sea fruto del diálogo y de la participación de todas y todos.
La homilía la hizo Sandro Mancilla y estuvo dedicada a comentar la parábola del hombre rico y el mendigo Lázaro. En esta, destacó que la actitud marginadora del rico no solo puede darse cuando se tienen todas las comodidades socioeconómicas sino que hay que estar atentos porque también se da en nuestras poblaciones donde hay carencia y vulnerabilidades.
Por ello, el llamado es «a compartir”, señaló el párroco, “aunque sea con poco”. Luego pidió llenar el abismo que separa a los mundos de la opulencia y de la carencia, trabajando, haciendo gestos, comprometiéndose social y políticamente, lo que -en definitiva- implica construir el reino, explicó Sandro.
La comunidad, como ya es costumbre en San Pedro y San Pablo, participó activamente con las oraciones, cantos y gestos, como recibir en el templo la presentación de una bebé de solo unas semanas de vida. Sus orgullosos y jóvenes mamá y papá, alzaron a su hija para que la comunidad la conocera quien fue recibida con aclamaciones y aplausos.
Asimismo, un llamamiento a participar en la Pastoral del Cali como gesto de solidaridad, además de compartir un pancito amasado en el mismo templo, bajo la inspiración del legado y memoria del Padre Esteban Gumucio, dieron vida al ambiente de solidaridad. Todo concluyó con los tradicionales pies de cueca bailados ante altar al final de la misa y después de cantar todos los presentes a María, «Madre de los Cansados».
Los niños y niñas del Colegio Matte del barrio, acompañados de sus papás, mamás y profesores, y que participan en la catequesis de Primera Comunión de la parroquia, tuvieron especial protagonismo en la misa y concluyeron con la ya clásica postal alrededor del Memorial de Esteban Gumucio.