Con gran convocatoria juvenil se ha llevado a cabo el servicio, mediante los trabajos de verano, los campamentos y misiones.
A diferencia de otros años, en algunos colegios de nuestra congregación y centros de pastoral juvenil (CPJ), las actividades de servicio comenzaron antes y con una gran sorpresa: el tremendo interés por participar, despertado en la juventud. Y es que, entre diciembre y lo que va de enero de 2023, casi 400 jóvenes han sido parte activa de campamentos, colonias, trabajos de verano y misiones.
Tras la pandemia, sin duda, las actividades de servicio serían diferentes y así lo recalcó Eric Zapata, coordinador pastoral del Colegio SS.CC de Concepción, quien agregó que “estas misiones de servicio tenían un sentido distinto después de dos años y medio sin poder realizarlas”.
Y es así como el Colegio SS.CC de Concepción recibió 160 alumnos, más profesores y sacerdotes de la comunidad para participar en las misiones, realizadas en la localidad de Trehuaco. Eric Zapata destacó que “las principales actividades realizadas en estas misiones fueron reparación de techos, cielos, forrado interior de las medias aguas y también tener un contacto mucho más estrecho con la realidad de personas que viven alejadas de los grandes centros urbanos. Hay que recordar que la localidad de Trehuaco está en la provincia de Ñuble, una zona con gran cantidad de personas que viven en ruralidad, sin servicios básicos como baños o agua potable, una realidad que a pesar de los tiempos que vivimos, aún sigue presente. De este modo los chicos contrastaron su propia realidad con la realidad de otras personas, todo al alero de los valores de nuestra congregación y sobre todo con el amor que está manifestado en el evangelio y que es el amor al prójimo”.
Por su parte, el Colegio SS.CC Manquehue de Santiago retomó los trabajos de verano luego de un paréntesis de cuatro años. Estos se realizaron en el Campamento Villa La Cruz 2, sector Reñaca Alto con 106 estudiantes, más equipo de profesores y ex alumnos. Domingo Sotomayor, estudiante de 4to medio, recalcó que “con lo que me quedo tras estos trabajos fue conocer tantas realidades tan distintas a la nuestra y que tenemos que conocer. Conectarme con las personas que viven ahí y por otro lado la conexión que uno forma con los compañeros con los que hace el trabajo, esta es una instancia bonita para conocer a diferentes personas y diferentes lugares”.
En tanto, el Colegio de los SS.CC Padres Franceses de Viña del Mar, también retomó sus misiones con 116 alumnos, más 20 ex alumnos (equipo motor) y equipo de profesores. Todos realizaron un trabajo de misiones según las tres grandes áreas: colonias de niños, adulto mayor y construcción. Al respecto, Daniela Rivera, parte del equipo organizador señaló que “fue un trabajo muy lindo donde se lograron todos los objetivos planteados con los niños, adultos mayores y en construcción. Nos llevamos una muy buena sensación y ganas de seguir por la motivación de más de cien alumnos, haciendo comunidad (…). Este trabajo de misiones es un proyecto muy lindo y es nuestra forma de aportar un granito de arena a la sociedad y a nuestra comunidad de los Sagrados Corazones. Siempre le digo a los niños que, por ejemplo, construir la casa de una familia que no tenía donde vivir es una forma de dignificar a las personas que lo necesitan y es nuestra forma de aportar, realizando un buen trabajo porque es la casa donde alguien va a vivir. Esto nos une como comunidad y nos permite realizar nuestro propósito que es ayudar al prójimo”.
Siguiendo la idea, Alejandro Zardoya, ex alumno y miembro del equipo motor agregó que “se valora mucho el que haya alumnos y jóvenes que quieran salir de su zona de confort, que quieran jugársela por cambios y por seguir los pasos de Jesús. Seguir sus creencias, sus motivaciones personales y tener una llamita adentro que los motive a ser un aporte a esta sociedad que, muchas veces, vemos tan sesgada por la tecnología, por el egocentrismo y donde espacios como estos son los que nos dan para decir sigamos haciendo esto porque vemos que a los niños les llega”.
Mientras, el Centro Pastoral Juvenil (CPJ) Anunciación realizó su campamento en María Pinto con 33 personas, entre cepejitos y asesores; y donde el objetivo principal fue trabajar en torno al tema de la comunidad. Anita Flores, asesora del CPJ Anunciación indicó que “el objetivo era estrechar lazos de comunidad y los campamentos son instancias donde se puede profundizar temas en específico como en éste. Hubo harto trabajo en equipo, de desarrollo personal, todo enfocado en la comunidad, fue un muy buen campamento y los niños lo pasaron increíble”.
Finalmente, el Centro Pastoral Juvenil Cordillera, terminó sus colonias urbanas el pasado 8 enero. Estas se realizaron en la Parroquia Damián de Molokai y Villa de Dios, comuna de San Joaquín. La actividad contó con la participación de 30 personas, entre Cepejitos y asesores, quienes trabajaron el tema de la sustentabilidad, la contaminación, biodiversidad y el rol de la juventud. Matilde Hirth, asesora del CPJ Cordillera agregó al respecto que “este verano las colonias funcionaron super bien, llegaron muchos niños y estaban súper motivados. Muchos llevaban comida para compartir, entonces se dio un espacio de encuentro, de comunidad y de entretención para ellos. Mi visión es que las colonias resultaron super bien, que se lograron conectar con el espacio, tanto la comunidad del CPJ como los niños de San Joaquín, la verdad es que nos fuimos super contentos con el resultado y todo lo que se dio”.