Por Carolina Jorquera Oliva
Este recorrido de formación es integral, pues considera reflexión de la fe, cultivo de la vida espiritual y conocimiento personal. Dura tres años, pero muchos de los grupos piden seguir, por lo que el acompañamiento perdura en el tiempo.
«En el Camino Espiritual he encontrado un grupo muy ameno, diverso y empapado de buena onda, acogida y comprensión. Los encuentros a menudo se hacen muy cortos, las enseñanzas que expone Sergio Silva ss.cc, un «seco» y amoroso, son profundas y entretenidas. Las preguntas y aportes de los demás caminantes van tejiendo un mosaico bello que pavimenta y decora el sendero que pisamos», expresa Ángela Moth, profesora de religión del colegio Sagrados Corazones Padres Franceses de Viña del Mar, quien transita este camino desde hace dos años.
Continúa leyendo aquí.