Nuestros «corresponsales» en París vibraron y transmitieron sus vivencias de la Beatificación

Con la presencia en París de una delegación de Chile, que se unió a la familia SSCC de todo el mundo, fueron beatificados este sábado 22 de abril de 2023, los mártires de nuestra congregación durante la Comuna de París. He aquí sus testimonios.

Durante la ceremonia de este último sábado 22 de abril, en la beatificación de nuestros hermanos mártires de París (ver nota aparte), la chilena y chilenos que viajaron expresamente para participar en este acontecimiento eclesial, nada tenían para envidiar a los mejores corresponsal del mundo, ya que con una aplicación de mensajería, fueron oportunos, diligentes y generosos para compartir en vivo y en directo sus recuerdos en imágenes y sus primeras impresiones de lo que vivían y sentían en su corazones.

La delegación fue integrada por María Angélica Sáez, Fernando Maffioletti y Alex Vigueras,ss.cc (ver nota relacionada), quienes llegando a París, se unieron desde la noche anterior a la familia de la Congregación Sagrados Corazones participando en la vigilia previa a la beatificación.

Fueron unas 300 personas entre, hermanas y laicos (miembros de la Rama Secular o vinculados con nuestras obras) provenientes de África, Alemania, Bélgica, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, España, Estados Unidos, Filipinas, Holanda, Indonesia, Irlanda, Italia, Francia, Perú, Polonia y Polinesia Francesa.

Mase: “Me llegó al alma”

María Angélica Sáez, quien trabajó durante 43 años en la Casa Provincial en Santiago, viajó con su esposo Pedro, y antes de subirse al avión ya derrochaba alegría e información.

Por ello, contó a este portal, que la ceremonia “la vivió llena de emoción”. Dijo que “fue un ambiente de paz y alegría, yo sentía el Espíritu Santo en la familia SS.CC, y los mártires estuvieron bien acompañados por una gran familia y feligreses”.

“Mase”, como es conocida en la Congregación, dijo estar “impresionada por la Iglesia, Saint-Sulpice. «Es grandiosa», exclamó. Comentó que «el coro de la Catedral de Notre Dame (niños, jóvenes y adultos) que participó en esta ceremonia, aportaba al ambiente con todos sus matices de voces y sonaba espectacular con la acústica del templo. Era verdaderamente angelical… se lució!», dijo. Y concluyó: «Todo me llegó al alma y estoy agradecida de todas y todos quienes nos han acompañado en este proceso”.

Fernando Maffioletti: “muy profundo y vital”

Para, Fernando Maffioletti, rector del Colegio Manquehue e integrante de la Comisión Nacional de la Causa del P. Esteban Gumucio en Chile, lo primero que quiso transmitir fue “que el contexto con las diferentes delegaciones de hermanas, hermanos y laicos SS.CC. que llegaron de distintas latitudes, marcó un ambiente de profunda fraternidad, y vivimos una maravillosa acogida de los hermanos de la Provincia de Francia. Aquí hay representantes de Colombia, Ecuador, Hawaii, Thaiti, Mozambique y Kinshasa, Filipinas, Brasil, España, Alemania, Holanda, y un largo etcétera; todo en un muy hermoso ambiente, muy afectuoso y cercano», nos contó.
Y sigue: “En este contexto, la ceremonia de beatificación de estos cuatro sacerdotes que fueron martirizados hace más de 150 años, estuvo muy cargada por esa sensación de unidad y universalidad de nuestra congregación. La ceremonia fue muy fluida, con un órgano y coro maravillosos, multitudinaria y multicultural; muy solemne y muy profunda. La verdad es que tengo la sensación de haber vivido y experimentando en vivo y en directo un momento histórico para nuestra congregación y también para la Iglesia».

Maffioletti añadió que “lo que más me llenó fue el testimonio de entrega de los Mártires de Picpus. Ellos asumieron, con consecuencias, que su vocación es respuesta total y profunda a Dios, fueron fieles al mensaje del Evangelio y a la comunidad de discípulos de Jesús a la que servían”.
Fernando calificó de “precioso el momento de la ceremonia cuando ingresó la procesión de celebrantes, sacerdotes y obispos, en medio de una Iglesia repleta, con capacidad para más de 1.500 personas, todas y todos en sintonía”.

“Otros momentos preciosos y significativos fueron, uno, cuando detrás del altar principal, se desplegó el lienzo con la imagen de los mártires, y otro, cuando ingresaron las reliquias de los nuevos beatos. La verdad es que ha sido todo muy profundo y vital”.

El integrante de la Comisión de la Causa del Padre Esteban buscó sus aprendizajes. Dijo que “en estos días he aprendido muchas cosas aparte de las que ya sabía por lo que había leído antes de viajar, no solo en la ceremonia sino en las conversaciones con los hermanos franceses el primer día que llegamos, o en la vigilia que hubo el viernes en la tarde-noche en Picpus con las hermanas y hermanos que iban llegando a París.

«Pero, tal vez, lo que más me ha impactado es la resolución de estas personas mártires para entregar su vida hasta la muerte. Ellas estaban no solo conscientes de que vivían una situación muy delicada. Tanto que tenían claridad de que iban a morir, que iba a ser pronto; y que entregan su vida por amor a Jesús y a sus comunidades. Y aún cuando hubieron podido abandonar París para salvar sus vidas, hicieron justamente lo contrario, con libertad y convicción”, concluyó Fernando Maffioletti.

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