Nuestro hermano nos ofrece de su archivo personal esta meditación, para preparar el corazón par la fiesta de Pentecostés, que viviremos el próximo domingo 28 de mayo.
«Quisiera anotar brevemente algunos de los rasgos del Espíritu. La Iglesia se encuentra atravesada por dos líneas que pueden parecer separadas: una línea crística y otra pneumática. La línea crística tiene que ver con todo lo referente al hecho de Jesús. Por tanto, está ligada a la historia, a la tradición de Jesús. Esto significa, ligada a la Iglesia en cuanto cuerpo jerárquico. La línea crística está «asegurada» por los pastores, sucesores de los primeros discípulos, y por la eucaristía, recuerdo y actualización del acto central de la vida de Cristo. La línea pneumática es la presencia actual del Espíritu, que no es ajeno a Cristo, pero que se manifiesta por otros caminos. El Espíritu sopla donde quiere, no reconoce la jerarquía, ni tampoco los «prestigios». Es fuerza que viene desde abajo, «padre de los pobres». El Espíritu es el que hace surgir el gemido de la creación que anhela la redención. El Espíritu está en lo más profundo del presente», con esta reflexión se inicia la meditación para un retiro de preparación a Pentecostés, del archivo de nuestro hermano Eduardo Pérez-Cotapos sscc, ver documento completo a continuación: