Las Orientaciones Pastorales para el período 2023-2026 se denominan: «Anunciar a Jesucristo Caminando Juntos» y por primera vez explicitan la cultura del cuidado y del buen trato, un gran tema que es nuestra preocupación, y cada día más, una ocupación para lo cual vamos haciendo camino.
Luego de abordar la historia de lo que ha sido la crisis de la iglesia chilena, las nuevas orientaciones pastorales incluyen una orientación explícita ante los abusos, que llama: «Una cultura del cuidado y del buen trato». Esta coincide claramente con el afán y el trabajo desarrollado por nuestra congregación, especialmente desde el último capítulo.
Cuando se presentaron públicamente estas orientaciones, nuestro hermano Sergio Pérez de Arce, en su calidad de secretario general de la Conferencia Episcopal de Chile, dijo que las nuevas orientaciones del Episcopado chileno “no se pueden comprender sin los procesos de participación y discernimiento eclesial que hemos vivido desde fines de 2018, y que hemos experimentado y asumido como un único y gran proceso para buscar la voluntad de Dios y renovarnos en la misión”.
Explicó que “ha sido parte de nuestro empeño por enfrentar los desafíos planteados por la crisis eclesial a causa de los abusos, pero también los retos que el encuentro con otras realidades nos ha suscitado”.
Las nuevas orientaciones pastorales tienen como inspiración el relato bíblico de los discípulos de Emaús, y luego aborda la realidad nacional que busca evangelizar. Cuatro son las “orientaciones pastorales” para el período 2023. Estas son:
Orientación 1: Centralidad de Jesucristo en nuestros procesos evangelizadores
Orientación 2: Relaciones evangélicas y sinodalidad en nuestra manera de ser Iglesia
Orientación 3: Al encuentro de la cultura, los pobres y los jóvenes
Orientación 4: Una cultura del cuidado y del buen trato
Caminos de renovación
El caminar eclesial de estos últimos años «Como Iglesia que peregrina en Chile, hemos estado buscando caminos de renovación» y ya en las Orientaciones Pastorales 2014-2020 se propusieron el desafío prioritario de «entrar en un proceso de conversión pastoral» pero este no se pudo realizar, señalan.
«Lamentablemente —dice ahora el nuevo documento— la realidad de los abusos en contexto eclesial nos mostró que esa renovación estaba lejos de consolidarse y ‘que existían situaciones que no sabíamos ver y escuchar’. Faltaba mucho para generar una cultura del cuidado que impregnara nuestras formas de ‘relacionarnos, de rezar, de pensar, de vivir la autoridad; nuestras costumbres y lenguajes y nuestra relación con el poder y el dinero'», indican los obispos.
Luego de hacer memoria de la crisis de los abusos y recordar los pasos que se han dado en Chile para superarla, las nuevas orientaciones indican que es «un proceso lento y profundo de conversión de la Iglesia que debe continuar hasta convertirse en algo asumido por todos».
En el orden interno sabemos que es un proceso lento pero que debemos hacer día a día. Estos pasos se reflejan en las instancias especializadas, responsables y protocolos que hemos creado como congregación para avanzar como indica la Iglesia chilena. Incluso, el último Capitulo Provincial, del año pasado, creó una Comisión de Seguimento de la Transformación Cultural de la Congregación.
«Caminando Juntos»
En el el recuento que hacen las nuevas orientaciones pastorales, destaca la participación de fieles en la Asamblea Eclesial Latinoamericana, la Tercera Asamblea Eclesial Nacional y últimamente en las fases nacional y diocesanas del Sínodo de la sinodalidad. «Valoramos y agradecemos los procesos que hemos vivido, porque han sido una experiencia de comunión y discernimiento, bajo la guía amorosa del Espíritu Santo», expresan.
Luego aborda la realidad socio política del país, particularmente «la búsqueda de un cambio constitucional, que comprendemos como expresión de un deseo de un proyecto más compartido de sociedad», y advierte, sobre «los populismos, la lógica clientelista, la superficialidad para abordar los problemas, la falta de amistad cívica, así como la penetración de las redes sociales con sus simplismos y descalificaciones, no ayudan a que la política esté a la altura de lo que Chile necesita». Y los obispos afirman en este documento: «Más que nunca es necesario y urgente promover hoy un compromiso social y político con profundo sentido ético».
Luego se detiene en la economía, la crisis migratoria y el cambio climático. Concluyen el diagnóstico señalando que «en medio de esta realidad amplia y compleja, con sus signos de vida y de muerte, las comunidades católicas vivimos nuestra fe y buscamos servir a nuestros hermanos. En nosotros también hay oscuridades, que exigen nuestra conversión continua».
Los obispos finalizan declarando que «al servicio de esta obra de Dios queremos estar, dando un testimonio sencillo y coherente de la alegría del evangelio. Al servicio de este propósito ofrecemos estas Orientaciones Pastorales, para anunciar a Jesucristo caminando juntos».
Índice de las Orientaciones Pastorales
Presentación
Texto Inspirador
I. El contexto eclesial y social en el que vivimos nuestra misión
El caminar eclesial de estos últimos años
El contexto social, cultural, económico y político
II. Marco Inspirador
- La centralidad de Jesucristo
- Pueblo de Dios e igualdad fundamental de todos los bautizados
- Una Iglesia sinodal
- Una Iglesia en salida
- Coherencia en nuestro servicio y testimonio
III. Orientaciones Pastorales
Orientación 1: Centralidad de Jesucristo en nuestros procesos evangelizadores
Orientación 2: Relaciones evangélicas y sinodalidad en nuestra manera de ser Iglesia
Orientación 3: Al encuentro de la cultura, los pobres y los jóvenes
Orientación 4: Una cultura del cuidado y del buen trato
Una palabra final
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