La XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos se celebra en el Vaticano del 4 al 29 de octubre de 2023, en su primera sesión, con el tema central: «Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión« y llamado más coloquialmente «Sínodo de la Sinodalidad». Este se propone que la Iglesia entera participe en la búsqueda de métodos para conseguir, de manera real y efectiva, que todos caminemos juntos en comunión y fraternidad.
En definitiva, es un evento convocado por el papa Francisco e histórico por la cantidad de novedades en fondo y forma que se han introducido.
En efecto. El Sínodo de la Sinodalidad, ha hecho historia desde antes que comenzara. Así, por ejemplo, de atender históricamente las mesas en la Iglesia, las mujeres pasaron a sentarse también en ellas con derecho a voz y voto.
Entre otros gestos relevantes está el lenguaje no verbal, como la proxémica. Mesas redondas, con cuatro monitores al medio que no impiden mirar a los ojos, y nada de pantalla gigante a lo lejos, son aspectos que denotan la circularidad de las relaciones y el poder como ha querido Francisco.
El Sínodo de los Obispos es un órgano consultivo para ayudar al Papa en el gobierno de la Iglesia, aconsejando sobre temas relevantes para la fe de la Iglesia universal, cuyas conclusiones el Papa las plasma luego en un documento llamado exhortación apostólica postsinodal. Desde 1965, se han celebrado 29 Asambleas.
Y aunque oficialmente esta instancia se sigue llamando «Sínodo de Obispos, ya no es solo de los obispos, sino que a ella se han integrado representantes de todo el Pueblo de Dios, hombres y mujeres, jóvenes y mayores, incluyendo «progresistas» y «conservadores» para seguir viejas categorías de análisis.
En la vigilia ecuménica antes de iniciar el Sínodo, el Papa puso dos condiciones que informó Vatican News: «pedir, en la oración común, aprender a hacer silencio nuevamente, para escuchar la voz del Padre, la llamada de Jesús y el gemido del Espíritu; y pedir que el Sínodo sea Kairós de fraternidad, lugar donde el Espíritu Santo purifique a la Iglesia de las murmuraciones, las ideologías y las polarizaciones».
En esta ocasión, en la Asamblea sinodal en el Vaticano participan 464 personas, que durante tres semanas van a discernir sobre asuntos que afectan a toda la Iglesia. Esta Asamblea continuará en octubre de 2024, y supone la tercera y última fase de un proceso que comenzó en 2021 y en el que han participado religiosos, religiosas, obispos y sacerdotes, laicos, hombres y mujeres, jóvenes, adultos y mayores de todas las edades, creyentes y alejados.
Por Chile, participan como delegados del Episcopado, los obispos Luis Fernando Ramos Pérez, Arzobispo de Puerto Montt; y Carlos Alberto Godoy Labraña, Obispo auxiliar de Santiago. Además, entre las y los integrantes de las asambleas continentales realizadas en el proceso previo y para dar testimonio del mismo, sin ser obispo, fue invitada la actual secretaria general adjunta de la Conferencia Episcopal de Chile, Valeria Karina López Mancini, laica y canonista.
Por nuestra Congregación de los Sagrados Corazones, según la lista oficial publicada, está como delegado monseñor David Israel De la Torre Altamirano, ss.cc, obispo auxiliar de Quito. Y a nivel ejecutivo, participando en la Comisión de Comunicación de la Secretaría General del Sínodo, se halla nuestro hermano Fernando Cordero, ss.cc, periodista, e integrante del Gobierno General de la Congregación.