Dice el Papa que este 150 aniversario del nacimiento de Teresita de Jesús, es una ocasión para recordar que la Iglesia es misionera y que, «al final, solo cuenta el amor». Lo hace este domingo 15 de octubre, día de la memoria de santa Teresa de Ávila.
«La confianza, y nada más que la confianza, puede conducirnos al Amor», comienza el Papa este documento, sobre el amor misericordioso de Dios, que ha escrito con motivo del 150 aniversario del nacimiento de Santa Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz y que ha querido publicar un 15 de octubre, memoria de Teresa de Ávila, para «presentar a santa Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz como fruto maduro de la reforma del Carmelo y de la espiritualidad de la gran santa española».
Asimismo, destaca otro aspecto que une a Teresita con Teresa: «Teresita heredó de santa Teresa de Ávila un gran amor a la Iglesia y pudo llegar a lo hondo de este misterio. Lo vemos en su descubrimiento del “corazón de la Iglesia».
El Papa asegura en la exhortación que solo esta frase, «la confianza, y nada más que la confianza, puede conducirnos al Amor», «resume la genialidad de su espiritualidad y bastaría para justificar que se la haya declarado doctora de la Iglesia».
A partir de ahí, el Pontífice articula este documento de 53 puntos en los que desglosa por qué, pese a ser tan joven, Teresa de Niño Jesús entendió de manera tan prodigiosa las Escrituras. El Papa recuerda algunos aspectos de su vida y de cómo la celebra la Iglesia.
En la exhortación explica que «uno de los descubrimientos más importantes de Teresita, para el bien de todo el Pueblo de Dios, es su “caminito”, el camino de la confianza y del amor, también conocido como el camino de la infancia espiritual». Por ello, el Pontífice nos anima a seguirlo, porque todos pueden hacerlo «en cualquier estado de vida, en cada momento de la existencia. Es el camino que el Padre celestial revela a los pequeños».
Otro aspecto importante que subraya el Papa de la espiritualidad de Teresa es que «frente a una idea pelagiana de santidad, individualista y elitista, más ascética que mística, que pone el énfasis principal en el esfuerzo humano, Teresita subraya siempre la primacía de la acción de Dios, de su gracia. Más allá de todo mérito».
«La confianza que Teresita promueve no debe entenderse solo en referencia a la propia santificación y salvación. Tiene un sentido integral, que abraza la totalidad de la existencia concreta y se aplica a nuestra vida entera, donde muchas veces nos abruman los temores, el deseo de seguridades humanas, la necesidad de tener todo bajo nuestro control. Aquí es donde aparece la invitación al santo “abandono”», escribe el Papa.
Añade que «precisamente, el aporte específico que nos regala Teresita como santa y como doctora de la Iglesia no es analítico, como podría ser, por ejemplo, el de santo Tomás de Aquino. Su aporte es más bien sintético, porque su genialidad consiste en llevarnos al centro, a lo que es esencial, a lo que es indispensable. Ella, con sus palabras y con su propio proceso personal, muestra que, si bien todas las enseñanzas y normas de la Iglesia tienen su importancia, su valor, su luz, algunas son más urgentes y más estructurantes para la vida cristiana. Allí es donde Teresita puso la mirada y el corazón», sostiene el Papa en su nueva exhortación apostólica.
Francisco resume en varias frases por qué santa Teresa es una santa para el hoy y el mañana de la Iglesia. Asegura, entre otras frases, que:
- «en un momento en que prevalecen las necesidades más superficiales, ella es testimonio de la radicalidad evangélica»;
- «en un tiempo en el que se descarta a muchos seres humanos, ella nos enseña la belleza de cuidar, de hacerse cargo del otro»;
- «en un momento de complicaciones, ella puede ayudarnos a redescubrir la sencillez, la primacía absoluta del amor, la confianza y el abandono, superando una lógica legalista o eticista que llena la vida cristiana de observancias o preceptos y congela la alegría del Evangelio»;
- «en un tiempo de repliegues y de cerrazones, Teresita nos invita a la salida misionera, cautivados por la atracción de Jesucristo y del Evangelio».
El Papa concluye su documento escribiendo la siguiente oración:
Querida Santa Teresita,
la Iglesia necesita hacer resplandecer
el color, el perfume, la alegría del Evangelio.
¡Mándanos tus rosas!
Ayúdanos a confiar siempre,
como tú lo hiciste,
en el gran amor que Dios nos tiene,
para que podamos imitar cada día
tu caminito de santidad.
Amén.
Finalmente, cabe recordar que Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz o, simplemente llamada, Santa Teresita, fue una religiosa carmelita descalza francesa, que falleció a los 24 años (1873-1897). Fue declarada santa en 1925 y proclamada doctora de la Iglesia en 1997 por san Juan Pablo II.
Ahora, este 15 de octubre se celebra la memoria de Santa Teresa de Jesús o Santa Teresa de Ávila, una religiosa española (1515-1582) conocida por ser una gran mística y escritora, además de fundadora de la Orden de Carmelitas Descalzos, una rama de la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo. Fue canonizada en 1622 y proclamada doctora de la Iglesia católica en 1970, por el Papa Pablo VI.
(N. del R: la revista Vida Nueva Digital publicó los 10 párrafos imprescindibles de esta exhortación. Puede consultar aquí).