Algunos hermanos de nuestra Congregación recibieron merecido reconocimiento y gratitud entre dos centenares de agentes de pastoral, consagrados y laicos de todo el país, que defendieron los derechos humanos durante la dictadura cívico militar.
Esteban Gumucio, junto al cardenal Raúl Silva Henríquez y las religiosas del Amor Misericordioso, Blanca Rengifo y Panchita Morales, figuraron entre las personas fallecidas y más aplaudidas en señal de gratitud por su compromiso cristiano en favor de la dignidad humana. Entre los no católicos resaltó el obispo luterano y cofundador del Comité de Cooperación para la Paz en Chile, Helmut Frenz.
El acto tuvo lugar en el Museo de la Memoria este martes 24 de octubre y a él asistieron unas 150 personas que repletaron el auditorium. Entre los presentes, y sobrevivientes de la época, figuraron Anita Gossens, quien también recibió muestras de gran aprecio y gratitud, Juanita Ramírez, Fernando Salas, sj, los presbíteros Sergio Nasser, Sergio Torres y Andrés Labbé, junto a pastores evangélicos como Pedro Zabala, Juan Sepúlveda y Daniel Godoy.
Por parte de nuestra congregación, en este tributo se nombraron solemnemente a los hermanos Esteban Gumucio, Pablo Fontaine, Ronaldo Muñoz, Enrique Moreno, y Miguel Macaya. En el brochure y en el video promocional del acto también se mencionaron a Cristián Llona y Pedro Azócar, hermanos que desarrollaron su trabajo pastoral durante esos años en Concepción.
Junto al Comité Pro Paz se tributó a la Vicaría de la Solidaridad y al Movimiento contra la Tortura Sebastián Acevedo, cuyo líder José Aldunate sj fue objeto del mismo cariño y aprecio de las y los presentes.
También se mencionaron miembros del episcopado nacional que también estuvieron comprometidos con los derechos humanos. Además del cardenal Silva Heríquez, se nombró a Carlos González (obispo de Talca), Tomás González (obispo de Punta Arenas), Carlos Camus (obispo de Linares), Enrique Alvear y Jorge Hourton (en ese momento obispos auxiliares de Santiago), Alejandro Goic (obispo auxiliar de Concepción en esa época) y Camilo Vial (obispo de San Felipe en el mismo período).
La lista de 200 personas fue amplia y diversa, sin exclusión alguna donde solo se privilegió el criterio de salvar vidas en razón de la defensa de los derechos humanos. Esto permitió hacer memoria agradecida por dichas acciones a diversos agentes de pastoral, especialmente consagrados, incluidos algunos que dejaron su iglesia o fueron marginados de ella por otras razones.
Junto con el solemne enunciado de nombres, participó la cantante Isabel Aldunate, quien hizo corear a todo el auditorio con la afamada canción «El pájaro enjaulado». Asimismo, el Colectivo Memoria de Lo Hermida interpretó la Cantata de Santa María de Iquique.
El reconocido locutor radial Miguel Davanigno y la actriz Elsa Poblete se encargaron de hacer la introducción y la lectura de nombres.
En su relato dijeron que las personas señaladas, “acompañaron también, en esos años, a quienes sufrían la cesantía, el hambre y el despojo. Sin duda, contribuyeron a salvar a muchas otras de la prisión y de la muerte. Por eso hemos querido homenajearlos en los nombres de quienes algún día consagraron su vida al servicio de sus comunidades en sus tradiciones religiosas: pastoras, pastores, sacerdotes, religiosas, rabinos, imanes, sintieron el perentorio llamado a la defensa de quienes sufrían persecución y se atrevieron a denunciar públicamente los atropellos a los derechos humanos, terminando muchas veces sufriendo también la persecución e incluso siendo víctimas de esas atrocidades. No pocos de ellos y ellas fueron amenazados por parte de aquellos que abusaban de un poder que nadie les había dado y sufrieron en carne propia la prisión, la relegación o la expulsión del país”.
Anita Gossens, que es conocida en la Congregación por su cercanía con el Padre Esteban y su relación con el movimiento Encuentro Matrimonial, al concluir el acto dijo que este fue “muy emocionante, porque se me despertaron sentimientos muy grandes. Creo que la gratitud es algo muy necesario e importante en la vida, y aquí así lo sentimos. Gracias por tanta gratitud. Y gracias a muchos y muchas que no estaban en la lista pero que contribuyeron a la defensa de la dignidad humana. Todo fue emocionante y hermoso. ¡Inolvidable!”, expresó.
Por su parte, el obispo auxiliar de Santiago, Álvaro Chordi, comentó que fue “un acto profundamente emotivo para los presentes e inspirador para que las nuevas generaciones mantengan encendida la antorcha de la verdad, la justicia y la paz en nuestro país”.
Los nombres de las personas homenajeadas se pueden leer aquí.