A través de testimonios femeninos, te contamos experiencias marianas en las comunidades de la parroquia San Pedro y San Pablo de La Granja.
Hay un estrecho vínculo entre las mujeres y la Virgen María, pues ella se identifican con la María-madre, María-esposa, María-mujer de fe, entre otros roles que experimentó la madre de Jesús.
En el contexto del Mes de María 2023, nos compartió su testimonio la “Comunidad Juntas con María”, una devoción de 22 años de historia, 10 mujeres vinculadas a la parroquia San Pedro y San Pablo, quienes tienen la tradición de juntarse en la casa de Anita Honores, a celebrar religiosamente el mes de María.
Anita nos cuenta que se siente muy honrada de rezar el mes de María en su hogar, cada tarde del mes consagrado a su nombre “Para mi es mi Madre celestial, quien me ha acompañado en mi vida, mi familia y lo más importante quien ha cuidado de mis hijos siempre “, nos comenta, mientras da gracias por esta tradición de contar con esta comunidad de mujeres en torno a la Virgen.
A la misma hora, pero en la comunidad Nuestra Señora de Guadalupe, Loreto Morales, lidera el mes de María en su comunidad, donde cada una de las asistente comparte su experiencias marianas: “Nuestra madre María es la persona más importante en mi vida. Es la madre del Señor y nuestra madre. Siempre la tengo presente en mi vida. Cada vez que acudo a ella, ella intercede por nosotros ante el Señor y sobre todo intercede por mí, este es un tiempo hermoso de sentir ese cariño incondicional que ella nos regala”, nos compartió Loreto.
Asimismo la realidad migratoria llegó al mes de María de la parroquia San Pedro y San Pablo, con la procesión de “Nuestra Señora Chiquinquirá”, advocación colombiana, pero que también tiene influencia en Venezuela en la ciudad de Maracaibo, que se hizo parte de la celebraciones marianas el pasado sábado 12 de noviembre.
La devoción tras esta procesión Zainel Varela junto a su familia, ciudadanos venezolanos que participan activamente en esta comunidad y quisieron compartir su amor por María y su cultura: “Es una experiencia única, poder mostrar nuestra cultura mariana en este mes de María, lograr así una hermosa receptividad para con nuestra comunidad, ya que muy pocos la conocían”, indicó Zainel.
Esta migrante venezolana también contó, que desde niña ella es muy devota de esta Virgen, ya que le debe su vida: “De niña estuve muy enferma y mi mamá se aferró a ella, para que me sanara. Nos hizo el milagro, por muchos años desde chica me vestían con el traje típico de las mantas guajiras y me llevaban a la procesión, que se celebra 18 de noviembre en Venezuela Maracaibo, así me inculcaron esta fe infinita que yo traspasó también a mi familia”.
Inspirada por esta devoción, es que esta agente pastoral se contactó con las parroquia Latinoamericana para hacer realidad la procesión de la Nuestra Señora de Chiquinquirá en el sector de la parroquia San Pedro y San Pablo de La Granja.