Comprometidos por construir un mundo mejor los 400 participantes del Encuentro Provincial, finalizaron esta experiencia comunitaria de cinco días, se van colmados de alegría, de fe y de nuevos amigos.
“Demos gracias al Señor, primero por estos días juntos que bien nos hace encontrarnos. Por estos al menos cinco amigos que he conocido en estos días. Y porque detrás de esas cinco personas al menos, el Señor está susurrando te quiero y te acompaño. Vaya donde vayas, te quiero. Voy a estar contigo. Lo está susurrando todo el tiempo, te quiero. Hagas lo que hagas, te quiero. Te caigas o te levantas, te vuelvo a querer. Esa es la raíz permanente”, expresó el Superior General de la Congregación Sagrados Corazones, Alberto Toutin sscc, a los cientos de jóvenes reunidos en este Segundo Encuentro Provincial, en el contexto de la misa de clausura de esta experiencia juvenil, la tarde del viernes 29 de diciembre.
La cuarta y última jornada de este encuentro estuvo marcada por las despedidas y los agradecimientos por lo vivido. El tema fue, “Mi llamado como laico”, donde los participantes, durante la jornada de la mañana, pudieron acceder a diversas charlas simultáneas que los ayudaban a discernir su misión en la sociedad actual, a través de la política, el arte, la música, la comunicación, la inclusión, entre otros aspectos.
Entre las preguntas que respondieron los jóvenes es si sentían protagonistas de los cambios que necesita el mundo y en el caso de Javiera Cabrera, participante del colegio SSCC Padres Franceses, se va de este encuentro con esta convicción: “Por mínimo que sea nuestro aporte podemos hacer un cambio y que podemos ir también contagiando a los demás y esto ha pasado en este encuentro, nos hemos motivado mutuamente para jugarnos juntos por una mejor sociedad” indicó la estudiante.
Durante la tarde reflexionaron en comunidad sobre este llamado que tienen como jóvenes laicos, para cerca de las 18:00 hrs, participar de la misa de clausura de este Segundo Encuentro Provincial, presidida por el Superior Provincial, Sandro Mancilla sscc acompañado por el Superior General de la Congregación Sagrados Corazones, Alberto Toutin sscc, junto a religiosos y religiosas SSCC.
En esta misa de acción de gracias, se pudo todo lo vivido en manos del Señor y los jóvenes se comprometieron a sembrar las semillas de este encuentro sembrarlas en las distintas realidades de donde ellos vienen.
Entre ellas Victoria Martínez, de la parroquia San José de Libertad de Argentina quien estaba muy agradecida por lo vivido en estos días: “Jesús amigo, Jesús hermano, Jesús compañero. Queremos darte las gracias por estos días compartidos llenos de momentos cargados de vida y encuentro con los y las demás. Todos y todas fuimos sacados de nuestra zona de confort. Compartimos recuerdos tan íntimos y sagrados como son los de la infancia o hablar de esas personas que no solo fueron nuestras raíces sino que también regaron ese arbolito que es nuestra fe. Te queremos agradecer por tu mano en el hombro de cada participante, de cada organizador, de cada asesor o asesora y por esa pisada fuerte a la hora de caminar con las y los jóvenes. Agradecerte por las personas que nos cruzamos, conocimos o reencontramos en este espacio”, expresó la joven.
Tiempo de sembrar
La semilla fue puesta en el corazón de cada uno de los participantes de este encuentro que respondieron al llamado de Jesús, de vivir esta experiencia. Sin embargo, hoy 30 de diciembre del 2023, es el momento que cada uno vuelve a sus lugares de orígenes, pero con el compromiso de compartir y sembrar esa semilla que llevan con ellos.
Así se va Catalina Blanco del CPJ Cordillera, “Me voy con el corazón llenito, me gustaron mucho todas las actividades que vivimos tenían mucho como significado y Me llenaron harto y me hicieron pensar mucho sobre mi vida Y… Sobre cómo es mi relación con las personas y la sociedad”, concluyó Catalina.
Al concluir la misa se dio un espacio para la paz, que fue un abrazo de paz y agradecimiento entre los participantes, que se abrazaban y se emocionaba, cantaban y lloraban por las millones de experiencias vividas, que atesoran en su alma y su corazón.
Luego de la misa, se dio un espacio de recreación en la fiesta final del encuentro, lleno de música, de competencias y bailes, el broche final de la fraternidad de Los Sagrados Corazones vivida por una fe juvenil, llena de energía y color.