“La última jornada en Ecuador (martes 9/1) ha sido muy difícil por las bandas que pululan en las cárceles y porque desde estos lugares se maneja toda la violencia que hay afuera”, explica nuestro hermano ecuatoriano Hilvar Loyaga, actual coordinador de la CIAL y que reside en este convulsionado país. Por ello fue consultado por sscc.cl.
La crítica situación que vive Ecuador llevó al presidente Daniel Noboa a decretar estado de excepción, tras varios motines en diferentes cárceles del país. Luego, tras una serie de incidentes violentos registrados el martes 9 de enero, a nivel nacional –incluyendo la toma de un canal de televisión– el Presidente emitió un nuevo decreto en que declara «conflicto armado interno» y otorga facultades especiales a las fuerzas militares.
Hilvar añadió que “ha habido desmanes en algunas ciudades, asaltos y quema de vehículos”, y con dolor afirmó que “son días muy tristes”. Explica que “es como una lucha entre el gobierno o el Estado con estas bandas mafiosas, bandas delictivas de secuestros” que han intensificado la violencia como respuesta a las acciones del gobierno en contra de la delincuencia y narcotráfico organizado.
“Es una pena lo que sucede en nuestros países, en especial en Ecuador, donde quedamos como rehenes de estas bandas de delincuentes”, comentó Hilvar luego de conocerse en todo el mundo que en horas de la tarde del martes un grupo armado irrumpió violentamente en un canal de televisión. Estas imágenes impactaron a la opinión pública y el gobierno ecuatoriano suspendió las clases en colegios y el tránsito se hizo más lento para regresar a los hogares, según informaron las agencias. La incomunicación telefónica generó pánico en la ciudadnía.
Además, el coordinador de la CIAL informó que los hermanos de la Congregación Sagrados Corazones “aquí, en Ecuador estamos bien, no hay mayor novedad. Solamente muy apenados por lo que pasa”. El mismo mensaje Hilvar envió sus hermanos en América Latina.
DECLARACIÓN EPISCOPAL
Frente a la realidad que vive el Ecuador, el Consejo de Presidencia de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE) hizo un llamado en la noche del martes 9 a la unidad, la paz y la fraternidad.
“No caigamos en el pánico estéril que hace el juego de los violentos dando crédito a cualquier imagen alarmista compartida en redes sociales”, adviertieron los obispos ecuatorianos en un mensaje que lleva por título “la violencia no prevalecerá”. Sin embargo, los prelados también piden no caer en “la ingenuidad de bajar los brazos creyendo que esta lucha es solo de quienes nos gobiernan”.
Además, los obispos ecuatorianos en noviembre último, luego de su asamblea plenaria y en la proximidad de la asunción de Daniel Noboa como Presidente de la República, habían advertido que “nos preocupa la inseguridad social que vivimos en nuestras ciudades que pone en serio peligro la vida humana, la convivencia social y la frágil economía de muchas familias que se ven forzadas a emigrar y a cerrar sus negocios”.
En este contexto, los obispos recordaron en esa oportunidad que «los conflictos no se solucionan con las armas, pero tampoco con el solo diálogo y mediación formal entre las partes, pues es fundamental el ‘compromiso solidario’, especialmente, con los más vulnerables que ‘“’claman por la paz, la justicia y la equidad’”, indicaron.
REACCIÓN EN CHILE
Por otra parte, el Gobierno de Chile manifestó su preocupación por la grave crisis de seguridad que está afectando al Ecuador y expresó su más enérgico rechazo a la violencia producida por grupos relacionados con el crimen organizado.
Asimismo, entregó su apoyo a la institucionalidad ecuatoriana y envió “un mensaje de solidaridad y respaldo a sus autoridades y a su pueblo”, se indicó en un comunicado de Cancillería.
En Chile, la población ecuatoriana alcanza al 4,5% del total de la población migrante (1 millón y medio de personas). En consecuencia, son cerca de 60 mil nacionales de Ecuador que se encuentran en nuestro país, según las últimas estimaciones del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) dadas a conocer en la última semana.
