En el aniversario número 187 de pascua, recordamos la vida y legado de uno de nuestro fundadores cuya valentía y fe marcaron un hito en tiempos de adversidad, así lo retrata un video compartido por los medios digitales de la Congregación
Pedro Coudrin, conocido como el Buen Padre, dejó un legado imborrable en la historia religiosa. Nacido en 1768 en el pueblo de Coussay-les-Bois, su vida estuvo marcada por la firmeza en la fe y el servicio a Dios. En medio de la Revolución Francesa, Pedro desafió los peligros y riesgos para seguir su vocación sacerdotal. Ordenado en secreto en 1792, regresó a su tierra natal para enfrentar la persecución, viviendo oculto durante meses mientras celebraba la Eucaristía y predicaba la palabra de Dios. Fue durante este tiempo de adversidad que nació la visión de establecer una nueva comunidad religiosa, un sueño que compartiría con Enriqueta Aymer, la futura Buena Madre. Juntos, fundaron la Congregación de los Sagrados Corazones, dando inicio a una obra dedicada a contemplar, vivir y proclamar el amor de Dios encarnado en Jesús. La valentía y determinación del Buen Padre continúan inspirando a generaciones, recordándonos el poder de confiar en la providencia divina y seguir los designios del corazón.
