Ordenación sacerdotal de Pablo Bernal en España.
En Sevilla, España, fue ordenado sacerdote nuestro hermano SS.CC., Pablo Bernal, quien vivió un año en La Unión, Chile, entre 2015 y 2016, lo que dejó en su formación -según dijo- «una profunda huella de compromiso y cariño por la gente».
La ordenación celebrada el sábado último (22 de junio) en la parroquia de los Sagrados Corazones de Sevilla, fue presidida por el arzobispo José Ángel Saiz Meneses, quien destacó la entrega del religioso. “Pablo Bernal -señaló- entregará su vida para que las personas que se crucen en su camino lleguen al conocimiento de la verdad, y tengan vida abundante”, afirmó el arzobispo.
Pedro Gordillo, provincial ibérico de la Congregación, se refirió con satisfacción sobre esta ordenación. “Para nosotros su vocación es un regalo, y su vocación sacerdotal es otro regalo añadido. Pablo siempre ha querido ser religioso y dentro de esa llamada descubrió la vocación sacerdotal».
El tiempo de Pablo en La Unión fue fundamental en su formación como religioso. “De figuras como Pablo Fontaine y Armando Lanzani aprendí mucho sobre una vida dedicada al servicio de los demás y al Reino”, comentó recordando a ambos como verdaderos formadores. Estos lazos y experiencias han sido cruciales en su camino vocacional, inspirándolo a seguir sus pasos con dedicación y amor.
Durante la ceremonia, Pablo expresó su gratitud hacia su familia, amigos y hermanos de la Congregación. “La comunidad y el carisma de los Sagrados Corazones han sido fundamentales en mi formación y vocación”, afirmó, destacando la importancia del apoyo recibido a lo largo de su formación y de su vida religiosa.
El arzobispo Saiz Meneses subrayó la misión de Pablo como sacerdote: “Serás ungido y enviado para anunciar la buena nueva a los pobres, para curar los corazones desgarrados, para proclamar la libertad a los prisioneros, para consolar a los afligidos”. “Nuestra vocación sacerdotal es un tesoro que llevamos en vasijas de barro”, afirmó.
La ordenación de Pablo Bernal no solo es un hito personal, sino también un momento de esperanza y renovación para la Congregación de los Sagrados Corazones y la Iglesia. Su vida y vocación son un testimonio de fe, dedicación y esperanza en tiempos de escasez de vocaciones religiosas. “Confía plenamente en el Señor y en su palabra”, fueron las palabras del arzobispo, recordando a Bernal y a todos los presentes la esencia de la vocación sacerdotal».
Al final de la eucaristía en que fue ordenado, en acción de gracias, Pablo se dirigió a Jesús, reconociendo que su ordenación no estaba en sus planes, y que no sabe lo que Dios quiere con ella, pero se deja sorprender, porque lo que sí quiere es tener un corazón como el suyo y amar a las personas como Él. Pablo habló de Jesús como «el pastor herido».
Y ya ordenado, le preguntamos: ¿qué relevas de tu experiencia en Chile? Pablo respondió: «En la preparación de mi ordenación sacerdotal también me marcó mucho La Unión porque recordé el año que compartí con la gente sencilla y cada vez que entraba a sus casas. Esto lo pensé muchas veces. Después de La Unión volví a España a estudiar en la Facultad de Teología, en Madrid. Pero en este ambiente de universidad no dan ganas de ser sacerdote. Me daban ganas de serlo allí, en La Unión. No quiero ser sacerdote para estar entre libros o entre gente muy acomodada económicamente. Mi sacerdocio es para estar entre los sencillos como el Señor. Y eso me ha movido mucho», concluyó.