Alrededor de 50 jóvenes de este centro pastoral se trasladaron al colegio SSCC Padre Franceses de Viña del Mar, entre el 14 y el 16 de julio, para vivir esta jornada comunitaria.
Durante estos tres días de encuentros, los jóvenes del CPJ Cordillera reflexionaron sobre la conciencia corporal, la influencia de la cultura y las redes sociales, y la importancia de la autoaceptación y el bienestar emocional.
El campamento inició con actividades de integración, donde los asistentes se dividieron en grupos y realizaron rondas de presentación. Mediante dinámicas como elegir nombres de grupo y presentarse al resto del CPJ, los jóvenes comenzaron a formar lazos y a prepararse para las actividades por venir.
Una de las actividades centrales fue un juego de Twister modificado, diseñado para fomentar la conciencia corporal. Los participantes, divididos en grupos, jugaron una ronda tradicional seguida de una versión con indicaciones especiales, invitándolos a reflexionar sobre cómo se sentían sus cuerpos en diversas posturas. Las preguntas abordaron temas como la parte del cuerpo que más les dolía, la que más les gustaba y la que les recordaba a alguien de su familia. Esta actividad culminó en una discusión grupal sobre la relación con sus cuerpos y las expectativas para el campamento.
Luego de las dinámicas de integración, el primer tema que se abordó fue cómo la sociedad y las redes sociales afectan la percepción corporal. Los jóvenes analizaron la influencia de los estándares de belleza, los roles de género y las prácticas culturales. Además, debatieron sobre los efectos positivos y negativos de las redes sociales en la imagen corporal, promoviendo una comprensión crítica de estos medios.
Para fomentar la autoaceptación, se llevaron a cabo ejercicios de autoafirmación y actividades creativas. Los participantes escribieron reflexiones sobre sus experiencias con las redes sociales y la imagen corporal, compartiendo sus sentimientos y expectativas en un espacio seguro y de apoyo.
El campamento también incluyó meditaciones y ejercicios de yoga, permitiendo a los jóvenes conectar con sus cuerpos y explorar la conciencia corporal de una manera más profunda.
En el segundo bloque, los participantes exploraron los límites del cuerpo y la importancia de respetar y cuidar su bienestar físico y emocional.
El plenario del tercer bloque proporcionó información sobre la conciencia corporal, seguido de una pauta personal para que los jóvenes pudieran reflexionar individualmente sobre lo aprendido. Cada grupo, con el uso de papelógrafos y témperas, representó su comprensión de la conciencia corporal y compartió sus resultados en un plenario.
En el último bloque, una sesión de imaginería guiada permitió a los jóvenes visualizar su relación con sus cuerpos desde la infancia hasta el presente, promoviendo la aceptación y el amor propio. Reflexionaron sobre cómo han sido influenciados por los estándares de belleza y cómo pueden cultivar una relación más positiva y saludable con sus cuerpos.
El campamento concluyó con una reflexión personal, donde los jóvenes respondieron preguntas como: “¿Qué es mi cuerpo para mí?”, “¿Qué puedo agradecerle a mi cuerpo?” y “¿Cómo puedo cuidar mi cuerpo?”. Estas preguntas invitaron a los participantes a considerar cómo han cambiado sus percepciones sobre sus cuerpos durante el campamento y cómo pueden mantener una relación saludable y respetuosa con ellos mismos en el futuro.