El padre Antoine Knibily, miembro de la Congregación de los Sagrados Corazones, fue un destacado artista y misionero cuyo legado artístico ha dejado una profunda huella en la comunidad cultural de Valparaíso. Nacido en 1920, dedicó gran parte de su vida a la exploración y difusión del arte religioso y espiritual, utilizando su talento para crear obras que reflejan una profunda espiritualidad y una conexión íntima con la fe.
A tres años y medio de su pascua, ocurrida cuando tenía 100 años cumplidos, el 15 de marzo de 2021, el padre Antoine Knibily, de la Congregación de los Sagrados Corazones Provincia Chile-Argentina, sigue evangelizando con su arte y marcando huellas y dejando tras de sí un vasto legado artístico y cultural.
La Fundación Espacio Cultural SSCC, de Valparaíso, que administra la Sala de Arte Knibily, ha hecho pública la memoria 2003-2024 de dicha sala como parte del promover y conservar el patrimonio artístico y cultural del Templo de los Sagrados Corazones y su entorno.
De este modo ha realizado en este espacio y durante el último año, una serie de exposiciones, talleres y residencias artísticas, constituyendo un abanico de actividades que abordan tanto la memoria histórica como la innovación artística.
Las obras de Knibily, expuestas en la Sala de Arte Knibily, no solo han servido para embellecer el espacio cultural, sino también para inspirar y enriquecer espiritualmente a quienes las contemplan. Su legado perdura no solo en sus pinturas, sino también en la influencia que ha tenido en la promoción del arte sacro en la región, consolidándose como un pilar fundamental en la difusión y preservación del patrimonio artístico y espiritual.
MEMORIA
Durante el periodo 2023-2024, la Sala de Arte Knibily se consolidó como un epicentro de actividades artísticas y culturales, honrando la memoria y fomentando la creatividad comunitaria a través de exposiciones, talleres y residencias.
Uno de los eventos más significativos fue la exposición conmemorativa de los 50 años del golpe de Estado en Chile, organizada por el colectivo de Bordadoras por la Memoria de Valparaíso. Esta muestra, que rindió homenaje al músico Víctor Jara, destacó por su profundidad emocional y su compromiso con mantener viva la memoria histórica a través del arte textil.
La programación educativa también incluyó talleres innovadores como el «Taller de Criatura Bruñida», dirigido por Rodrigo Véliz, y el taller de pintura con plasticina impartido por Fernanda Plasticina. Estos talleres no solo fomentaron habilidades técnicas, sino que también invitaron a los participantes a explorar su creatividad de maneras nuevas y significativas.
En términos de exposiciones, la Sala Knibily presentó una variedad de muestras como la exposición bipersonal de Valérie Larrère y Carolyn Larach, titulada «Dialéctica de lo irreversible», que exploró la memoria y la melancolía a través de la pintura y la fotografía. Otra exposición destacada fue «La memoria del agua», que combinó la técnica de cianotipia con resina para explorar los límites del cuerpo y la memoria.
Las residencias artísticas también jugaron un papel crucial en la programación anual. Artistas residentes participaron en proyectos como «Notas sobre acarrear una pregunta», donde exploraron temas de identidad, memoria y espacio a través de actividades colaborativas y procesos creativos en evolución.
La actividad cultural en la Sala Knibily se complementó con eventos musicales, ferias de arte y oficios, y la reinauguración del gran órgano de la Iglesia Sagrados Corazones, ofreciendo a la comunidad una rica variedad de experiencias artísticas y culturales.
Finalmente, las visitas guiadas y las actividades asociadas a las exposiciones permitieron a diversos grupos comunitarios, desde estudiantes hasta congregaciones pastorales, interactuar directamente con las obras y los artistas, enriqueciendo así su comprensión y apreciación del arte.
Con estas actividades la Sala de Arte Knibily va constituyéndose poco a poco en| un faro de cultura y creatividad en Valparaíso, logrando consolidar su rol como un espacio esencial para el diálogo y la expresión artística. Este año de actividades ha dejado una huella significativa, reafirmando el compromiso de la fundación con el fomento y la difusión del patrimonio cultural y artístico de la región.
ARTE KNIBILY
Hay que señalar, también que el principal legado artístico de Knibily se centra en la corriente del arte sacro contemporáneo. Su obra se caracteriza por una fusión de elementos tradicionales religiosos con una visión moderna y personal de la espiritualidad.
A través de sus pinturas, Knibily logró transmitir una profunda introspección y un sentido de lo sagrado, invitando a los espectadores a reflexionar sobre la fe y la trascendencia. Su estilo distintivo y su capacidad para capturar la esencia de lo divino han hecho de sus obras -según diferentes comentarios especializados- un referente en la corriente del arte religioso contemporáneo. /APN
La memoria completa puede verse en PDF aquí.