El Centro Pastoral Juvenil Cordillera realizó un campamento exclusivo para estudiantes de tercero y cuarto medio en la Casa Macul. La experiencia, marcada por actividades recreativas y espirituales, buscó reforzar los lazos entre los jóvenes que liderarán en el futuro y aquellos que culminan su etapa en el CPJ.
Del 23 al 25 de agosto, el Centro Pastoral Juvenil (CPJ) Cordillera llevó a cabo un campamento dirigido a estudiantes de tercero y cuarto medio en la Casa Macul. Esta experiencia, única en su tipo, tuvo como objetivo principal fortalecer la relación entre los jóvenes que asumirán roles de liderazgo en el CPJ y aquellos que dejarán el grupo al finalizar el año. A diferencia de los tradicionales campamentos de invierno y verano, en los que participan jóvenes de primero a cuarto medio, esta actividad estuvo enfocada únicamente en los dos cursos mayores, reuniendo a 25 participantes.
El campamento estuvo lleno de momentos de recreación, reflexión y conexión, como lo relata Isabel Carrasco, asesora del CPJ, quien tuvo su primera experiencia liderando una actividad en el CPJ “Fue muy bonito. Tuve, por decirlo así, mi primer cargo de responsabilidad y me ayudaron mucho mis compañeros asesores”, comentó Isabel, destacando cómo el trabajo en equipo entre los asesores fue fundamental para el éxito del campamento. Ella estuvo a cargo de una gymkhana que permitió a los jóvenes conocerse mejor a través de juegos y dinámicas grupales.
Además de las actividades recreativas, como guerras de canciones, improvisaciones, y juegos como “Just Dance”, el campamento también ofreció espacios para la oración y la espiritualidad, integrando cantos nuevos y ejercicios de reflexión. “Como las oraciones en el CPJ con los cantos.Fue lindo. Probamos algunas canciones que quizás no cantamos siempre, y eso fue especial”, agregó Isabel.
Esta experiencia fue calificada como un “campamento premium” por los propios jóvenes participantes, quienes destacaron la dedicación en la organización y la producción de cada actividad. La mezcla de experiencias recreativas y momentos de reflexión fue clave para que los jóvenes se conocieran más profundamente y compartieran sus experiencias sobre cómo enfrentar los desafíos de cuarto medio y disfrutar las vivencias de tercero.
Con actividades que se desarrollaron desde la tarde del viernes hasta el domingo al mediodía, el campamento cerró con una oración especial en la que los jóvenes elaboraron pulseras que simbolizan el compromiso y la unión del grupo. Este campamento exclusivo no solo reforzó la espiritualidad de los participantes, sino que también consolidó un equipo de liderazgo juvenil que seguirá creciendo en la comunidad del CPJ Cordillera.