Tanto las ramas femenina como masculina de la Congregación SSCC iniciaron el domingo en Roma, sus respectivos capítulos generales, los que definirán el rumbo para los próximo seis años. Participan delegadas y delegados de Chile.
Desde el 1 al 22 de septiembre, la Villa Aurelia en Roma se convierte en el epicentro espiritual de la Congregación de los Sagrados Corazones (SSCC), donde se celebran los Capítulos Generales de ambas ramas: hermanos y hermanas. Este evento, que se realiza cada seis años, es crucial para definir la dirección futura de la Congregación y para reafirmar su identidad y misión en el mundo actual.
El 37º Capítulo General de las hermanas se enfocará en la revisión de la vida y misión de la Congregación, así como en la actualización de documentos que orientarán la educación y el acompañamiento juvenil al estilo SSCC. Además, se reflexionará sobre temas clave como la fraternidad, el liderazgo y la organización, concluyendo con la elección de un nuevo Gobierno General.
Por su parte, el 40º Capítulo General de los hermanos centrará su atención en la identidad y misión SSCC, abordando temas como el liderazgo, la economía y la formación, así como la difusión del patrimonio espiritual de la Congregación. La misión compartida con los laicos también será un punto importante de reflexión, reafirmando la esencia de una familia espiritual unida.
Un momento destacado fue la eucaristía inaugural, donde participaron tanto los hermanos como las hermanas capitulares, junto con el personal de apoyo. En esta ceremonia, los superiores generales, Patricia Villarroel y Alberto Toutin, ambos de nacionalidad chilena, invitaron a los participantes a vivir este tiempo como una oportunidad de gracia, con la mirada puesta en el futuro de la Congregación y en la misión que se les confía.
Por Chile, al capítulo de los hermanos, asiste por derecho propio el superior provincial, Sandro Mancilla, y elegido para este efecto por los religiosos de la Provincia Chile-Argentina, Alex Vigueras.
Entre tanto, en el capítulo de las hermanas, asisten como delegadas por derecho propio Mónica Jiménez e Irene Arias, y como delegadas especialmente elegidas, Susana Dumrauf y Carmen Gloria Mancilla.
Pero no son las únicas personas de nacionalidad chilena porque también están presentes ambos superiores generales quienes coordinan y conducen estas reuniones.
CONTEXTO
Estos capítulos generales se realizan cada seis años y representan el máximo órgano de gobierno de la Congregación. Durante estas reuniones, los delegados de todas las provincias del mundo se reúnen para reflexionar sobre la vida, misión y organización de la Congregación, tomando decisiones que guiarán su futuro. Este es un tiempo de profunda oración, discernimiento y diálogo fraterno, donde se evalúan los desafíos y logros del pasado, y se trazan las líneas maestras para continuar la misión evangelizadora y de servicio de la Congregación en un mundo en constante cambio.
Los lemas que guían estos capítulos reflejan la profundidad espiritual del momento: «Caminando juntas en fidelidad y esperanza» para las hermanas, y «Ensancha el espacio de tu tienda» para los hermanos. Ambos lemas subrayan la importancia de la comunión, la interdependencia y el espíritu misionero en un mundo que enfrenta desafíos complejos.
CAPÍTULOS Y SINODALIDAD
En esa perspectiva, este proceso capitular de los Sagrados Corazones se alinea profundamente con el camino sinodal que la Iglesia Católica está recorriendo a nivel global, y cuya segunda asamblea se abre en octubre próximo, también en Roma.
Tanto el Sínodo de la Sinodalidad como estos capítulos implican un proceso de escucha y discernimiento comunitario. La sinodalidad, entendida como caminar juntos, resuena en el espíritu de estos encuentros, donde se invita a cada delegado y delegada, a contribuir con su voz y experiencia, construyendo juntos un futuro más inclusivo y fiel al Evangelio. Esta sintonía con el Sínodo refuerza el compromiso de la Congregación con una Iglesia que valora la corresponsabilidad y la apertura al Espíritu en su misión.
Finalmente, se espera que estos días de discernimiento y oración no solo generen decisiones importantes, sino que también inspiren una implementación efectiva de las mismas, fortaleciendo la misión SSCC en todo el mundo. Los participantes son conscientes de que la verdadera medida del éxito de un capítulo general reside en cómo estas decisiones se traducen en acciones concretas que reflejen el espíritu de la Congregación. /APN