Arzobispo de Santiago llama a ser sostenedores de esperanza y a trabajar por el país

Un importante llamado a un acuerdo nacional formuló monseñor Fernando Chomali, arzobispo de Santiago, en su homilía del Te Deum Ecuménico celebrado en la Catedral Metropolitana, el que contó con la presencia de autoridades civiles encabezadas por el Presidente de la República, Gabriel Boric.

En la Catedral Metropolitana de Santiago, monseñor Fernando Chomali presidió el Te Deum 2024, una ceremonia que convocó a las principales autoridades del país y que se centró en un mensaje de esperanza para Chile. En sus palabras, el arzobispo resaltó la gratitud que como nación se debe tener por los avances y riquezas del país, pero también insistió en la necesidad de enfrentar con responsabilidad los problemas estructurales que aquejan a la sociedad. «Chile no se caerá a pedazos», expresó con determinación, llamando a los ciudadanos a mantener la esperanza y trabajar por un futuro mejor.

El eje de la homilía giró en torno a la esperanza agradecida. Monseñor Chomali destacó el esfuerzo diario de millones de chilenos, desde los padres y madres hasta los jóvenes, quienes con sacrificio construyen una patria más justa y próspera. El reconocimiento también alcanzó a sectores como los profesores, las fuerzas de seguridad y los emprendedores, a quienes el prelado instó a seguir siendo pilares fundamentales para el desarrollo del país. «Sin profesores respetados no hay futuro», señaló con énfasis, en un llamado a valorar más a quienes forman las generaciones venideras.

Sin embargo, el tono de la homilía también estuvo marcado por una crítica realista a las falencias de la sociedad chilena. Monseñor Chomali expresó su profunda preocupación por los altos índices de jóvenes que no estudian ni trabajan y que viven en situación de abandono. Afirmó que la rabia que muchos jóvenes manifiestan es el reflejo de una sociedad que ha fallado en ofrecerles oportunidades reales. «Sin jóvenes llenos de sueños y esperanzas, no hay futuro», recalcó, pidiendo una reflexión profunda a nivel político y social para revertir esta situación.

Otro de los puntos críticos de la homilía fue el tema de la seguridad. El arzobispo fue tajante al denunciar el avance del crimen organizado y la corrupción en diversas instituciones del país. Aseguró que la seguridad no debe ser una moneda de cambio político, sino un derecho fundamental para todos los chilenos. «El país corre el riesgo de convertirse en rehén del crimen organizado si no actuamos ahora», advirtió, exhortando a los responsables públicos y privados a un gran acuerdo nacional que devuelva la tranquilidad a los ciudadanos.

El mensaje final fue un llamado a la unidad y al compromiso desde la fe. Monseñor Chomali concluyó su homilía invitando a la sociedad chilena a fortalecer sus lazos y a trabajar en conjunto para superar los desafíos que enfrenta el país. «Somos hermanos porque tenemos un mismo Padre», recordó, evocando la importancia de la solidaridad y la colaboración para construir una patria donde la paz y la justicia sean pilares fundamentales. / APN


El texto completo de la homilía se puede leer aquí

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