Papa Francisco recibe a hermanas y hermanos capitulares e invita a la Congregación a una «renovada primavera»

Este jueves 19 de septiembre, el Papa Francisco recibió en audiencia a los miembros de la Congregación de los Sagrados Corazones de Jesús y María. En un discurso cargado de emoción, el Papa invitó a los religiosos y religiosas a seguir fielmente su misión en un mundo que necesita esperanza, haciendo del amor de Dios encarnado en Jesús una realidad presente.


En un ambiente cargado de espiritualidad y renovada esperanza, el Papa Francisco recibió en audiencia a los participantes en los Capítulos Generales de la Congregación de los Sagrados Corazones de Jesús y María, así como a las Hermanas del Divino Salvador.

Según información de Vatican News, durante la mañana del jueves, en el Palacio Apostólico Vaticano, el Pontífice ofreció un discurso conmovedor, resaltando la importancia de vivir la misión religiosa con autenticidad y arraigo en el Evangelio.

Hablándoles en español, el Papa expresó que el objetivo de un capítulo general no se trata de «una lógica humana o una necesidad institucional», sino de una verdadera «exigencia de la sequela Christi«, el seguimiento a Cristo. Este seguimiento, explicó Francisco, siempre implica «escuchar atentamente lo que el Espíritu Santo nos va sugiriendo para vivir con fidelidad la identidad y la misión propias de la Congregación».

El Papa recordó a los presentes que su misión debe estar profundamente conectada con el amor de Dios encarnado en Jesús, especialmente a través del servicio a los más necesitados. En este sentido, el Santo Padre destacó la oración eucarística y reparadora como elementos esenciales en su vocación. «Como los discípulos, están llamados a dar oídos a la voz de Jesús, a profundizar en su contemplación y a ser capaces de vivir y anunciar el amor de Dios encarnado en Él».

Una renovación esperada

Uno de los puntos más resonantes de la audiencia fue la referencia a la necesidad de una «renovada primavera» dentro de la Congregación. El Papa explicó que solo a través de un seguimiento fiel a Cristo y una apertura al Espíritu Santo, las estructuras de la Congregación podrán renovarse y reflejar el carisma en el mundo contemporáneo. En sus palabras: «Que los Sagrados Corazones de Jesús y de María los impulsen a encontrar formas siempre nuevas de testimonio».

Esta renovación, según el Papa, no consiste únicamente en aprender una doctrina, sino en asumir un modo de vida comprometido y en constante discernimiento. Subrayó la importancia de la oración y de detenerse «un largo rato en oración» como un elemento clave para reavivar el fuego del Espíritu.

Cabe recordar que el concepto «renovada primavera» es una expresión que el Papa Francisco usa para hacer una clara referencia a la «primavera de la Iglesia» asociada con el Concilio Vaticano II y usó un concepto similar en 2019, en su video del mes misionero extraordinario, donde habló de una «nueva primavera misionera», destacando la necesidad de revitalizar la misión de la Iglesia en las periferias sociales y culturales del mundo.

El carisma evangélico

En concordancia con lo anterior, el Papa hizo una reflexión espontánea sobre el carisma de la Congregación, describiéndolo como un «estilo evangélico», en el que el Evangelio nunca se agota y siempre ofrece nuevas posibilidades. «El carisma es el estilo que una congregación tiene, el estilo evangélico; porque el Evangelio es inagotable, por eso da posibilidad a todos», enfatizó el Pontífice, haciendo eco de la necesidad de adaptar ese carisma a los tiempos actuales.

Testimonio y esperanza

En un tono emotivo, el Papa Francisco instó a los religiosos y religiosas presentes a ser portadores de esperanza en un mundo lleno de desafíos. Les recordó que el carisma fundacional de su Congregación se basa en un servicio generoso hacia los más necesitados, y que es en ese servicio donde encontrarán la verdadera fidelidad a su vocación. «Deben mostrar a los demás a Jesús, no a nosotros mismos, porque para todos, hoy y siempre, nuestra única esperanza está en el Señor», señaló Francisco, subrayando que la figura de la Virgen María es un ejemplo clave para este tipo de misión.

Un encuentro esperanzador

El encuentro dejó una profunda impresión en los asistentes. Las palabras del Papa, cargadas de afecto y dirección espiritual, resonaron con fuerza entre los hermanos y hermanas que se hayan en Roma en los capítulos generales de la Congregación. Ellas y ellos celebraron el ánimo renovado que el Pontífice les infundió. La referencia constante a la oración, el servicio y el discernimiento como pilares de su vocación resultó en un mensaje lleno de esperanza para los tiempos que corren.

El Papa concluyó pidiendo oraciones por él y asegurando su cercanía espiritual a todos los presentes. Con un tono de afecto y humildad, añadió: «Recen por mí, ¡pero recen a favor, no en contra!», desatando una sonrisa entre los asistentes.

Luego del discurso nuestro hermano Alex Vigueras nos comentó que «fue una hermosa mañana, que nos dejó muy contentos». Señaló que fue «un encuentro bonito» y en especial porque hubo la posibilidad de que cada uno lo pudiera saludar y estar cerca de él. «Siendo (también el Papa) de América Latina, con un estilo bien suelto, no le es difícil salirse de las formalidades», comentó.

A continuación el texto completo del discurso del Papa Francisco a las Congregación de los Sagrados Corazones, el jueves 19 de septiembre de 2024 y publicado por el Boletín de Prensa de la Santa Sede.

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