La Pastoral Juvenil de la capilla Jesús de Nazareth, de la parroquia San Damián de Molokai de San Joaquín, atraviesa un momento de crecimiento y consolidación. Tras un proceso que inició a principios de 2023, el equipo de animadores, entre ellas Laura Barriga, han asumido el desafío de acompañar a los jóvenes en su camino de fe y encuentro comunitario.
“El año pasado, comenzamos trabajando con un pequeño grupo de ocho jóvenes que quedó sin acompañamiento. Con el padre Miguel Ángel Concha, tratamos de retomar ese espacio, pero por diversas razones no logramos sostenerlo. Sin embargo, a finales del año logramos conformar un nuevo grupo con 12 jóvenes de entre 13 y 16 años, que ahora participan activamente en la comunidad”, explica Laura.
El trabajo con los jóvenes ha sido gratificante, especialmente por la integración de sus familias. “Lo más bonito ha sido que los papás también se han involucrado. En la última peregrinación a Los Andes, algunos jóvenes fueron acompañados por sus padres, abuelos y primos, lo que hizo que la experiencia fuera mucho más enriquecedora para todos”, señala Laura con emoción.
La participación en la Peregrinación Juvenil al Santuario de Santa Teresa de Los Andes el 12 de octubre de 2024 ha sido uno de los hitos significativos para la pastoral. “Fue muy lindo ver a las familias unidas en esta instancia. Nos demuestra que la comunidad va creciendo no solo con los jóvenes, sino también con quienes los apoyan desde sus hogares”, comentó la animadora.
Sin embargo, no han estado exentos de dificultades. El grupo atraviesa un momento complejo tras conocer la enfermedad de Daniel, uno de los integrantes, quien enfrenta un cáncer agresivo en los huesos. “La situación de Daniel nos ha unido mucho como grupo. Nos organizamos para visitarlo y acompañar a su familia. Es una razón más para orar juntos y mantener viva la esperanza”, comparte Laura.
La pastoral también tiene otros proyectos comunitarios en marcha, como visitas a hogares de ancianos y la creación de un mural. “Queremos que los jóvenes se sientan parte de algo más grande. Para nosotros, los animadores, este trabajo es pura esperanza. Confiamos en que el Espíritu Santo obrará en cada uno de nosotros y en los jóvenes para construir algo hermoso”, reflexiona la también catequista.
Con vistas al futuro, la comunidad también se prepara para celebrar el bautismo de dos jóvenes del grupo en diciembre, lo que representa un logro significativo en su camino pastoral. Además, Laura destaca la participación de los jóvenes en el coro de la parroquia, aunque admite que uno de los desafíos es hacer las eucaristías más atractivas: “Queremos que los chicos se sientan cómodos y motivados. Sabemos que la misa puede ser un reto, pero estamos trabajando para que también sea un espacio significativo para ellos”.
A pesar de los desafíos, la Pastoral Juvenil de San Damián de Molokai se proyecta como un espacio de encuentro, comunidad y fe viva, donde la esperanza sigue siendo la guía en cada paso del camino.