Lanzamiento del audiovisual de «Esteban Gumucio, Apóstol de la Esperanza» se realizó en su territorio y con su gente.
«La razón del corazón de Esteban sigue viva en nosotros y nos invita a amar con ternura y a mantener la esperanza incluso en los tiempos más oscuros», señaló Álvaro Ramis uno de los comentaristas invitados a la presentación del documental «Esteban Gumucio, Apóstol de la Esperanza».
Este acto no solo tuvo un carácter cultural muy bien recibido por los asistentes, sino que fue una celebración de la vida y de la entrega de un hombre que entendió la fe como un acto de amor incondicional y de compromiso con los más pequeños, testimonio de santidad plenamente «imitable» como dijo Alex Vigueras en su intervención.
La actividad se ralizó a metros del Memorial donde descansan los restos del padre Esteban Gumucio y donde las y los peregrinos acuden a diario para entablar una relación con Dios. Este documental recoge su espiritualidad y fue presentado el viernes último (25 de octubre 2024) a la comunidad de la parroquia San Pedro y San Pablo, más otros invitados de Santiago, generando una reactivación de su memoria y de su apostolado de esperanza.
Un centenar de personas asistentes compartieron cantos, reflexiones y experiencias a la luz del legado del Siervo de Dios en proceso de canonización, y que para ellas es un hombre reconocido como un referente de espiritualidad y compromiso social.
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El panel de comentaristas fue moderado por Adrián Neira, responsable de la Pastoral Juvenil SSCC y en este participaron Nicole Garrido, profesora y tercera generación de una familia en la comuna de La Granja; la misionera Anita Gossens quien vive en la población La Legua, fundó el movimiento Encuentro Matrimonial en Chile y trabajó con Esteban Gumucio en esta experiencia; Alex Vigueras, sscc, vicepostulador de la Causa de Beatificación; y Álvaro Ramis, teólogo (laico), rector de la Universidad de Humanismo Cristiano.
Anita Gossens comentó con un ícono del siglo VII en sus manos que representa a Jesús, señalando que «es muy lindo todo lo que vivimos con Esteban en el mundo de las familias y los matrimonios». Añadió que «el legado de Esteban no solo está presente en su obra escrita o en su labor pastoral, sino «también en la manera en que acompañó a las familias pues supo escuchar con el corazón».
Eso enlazó con lo que Álvaro Ramis explicó luego respecto de «la capacidad de Esteban para armonizar dos dimensiones aparentemente opuestas: la razón y las emociones». Señaló que la obra pastoral, teológica, poética y artística de Esteban es capaz de producir lo que podríamos llamar una ‘razón cordial’, que es la razón del corazón».
Esta razón del corazón, que hoy llamaríamos «inteligencia emocional», según el teólogo Ramis, era el pilar de su acción pastoral. Como contó Anita, Esteban no solo preguntaba «qué te pasó», sino «cómo te sientes», a lo que Álvaro comentó que es una manera de abrir el corazón a una vivencia compartida, especialmente en momentos de sufrimiento e injusticia. «Es en ese sufrimiento donde surge la necesidad de esperanza», añadió estableciendo un paralelismo con la actualidad en que mencionó, por ejemplo, el dolor que provoca la guerra en Gaza y la dificultad de encontrar sentido a la vida en medio del dolor.
«Mientras veía el documental, me surgió una pregunta acerca de qué significa vivir en coherencia con nuestros valores», comentó Nicole Garrido. Ella misma se respodió: «la mejor respuesta es la vida y obra del Padre Esteban, porque no solo fue un sacerdote, sino que también una persona comprometida profundamente con los más pobres».
Por su parte, Alex Vigueras evocó algunas cualidades y aspectos biográficos del Siervo de Dios. Así, indicó que Esteban era una persona de «santidad imitable» porque la vivía en lo cotidiano. Esta «santidad está al alcance de la mano», explicó. Después resaltó la ternura con la que Esteban amaba, algo que era particularmente significativo en su trato con los niños y los más frágiles.
El sacerdote Sagrados Corazones añadió: «Esteban vivió dos exilios: el exilio físico, cuando tuvo que dejar su tierra natal por el exilio de su padre y la familia, y el exilio del regazo de su madre, que falleció cuando estaban lejos, en el exilio, en Bélgica». Estas experiencias de dolor, según Vigueras, «marcaron profundamente la sensibilidad de Esteban y explican, en parte, su manera de acercarse a los demás con tanta compasión», expresó.
Un momento significativo de la jornada lo protagonizó Françoise Sainte-Marie Gumucio, sobrina nieta de Esteban, quien narró cómo su encuentro con el legado de su tío abuelo había transformado profundamente su vida. «Para mí, el milagro de Esteban es crecer, tener fe. Ahora creo en Dios y ahora lo entiendo. Esa frase de ‘fijos los ojos en Jesús’ se me repite y me da fuerza en los momentos difíciles», expresó conmovida.
SALUDOS ESPECIALES
Antes del conversatorio, el cardenal electo Fernando Chomali, arzobispo de Santiago, entregó un saludo mediante un video en que junto con destacar las cualidades orantes y de acompañante de Esteban, congratuló por el documental y entregó bendiciones para esta ocasión. Otros afectuosos saludos hicieron llegar representantes del movimiento Encuentro Matrimonial Mundial, y Alberto Toutin, superior general de la Congregación SSCC. Este último enfatizó cómo el título del documental acertaba a la necesidades de hoy.
El provincial de los Sagrados Corazones, Sandro Mancilla abrió la jornada agradeciendo la asistencia al acto, y destacó que este era una nueva invitación a vivir como el Tata Esteban, quien mediante «su persona, su carácter y modo de ver la iglesia animó la esperanza» en todo el territotio del sector sur de Santiago. A continuación, Aníbal Pastor, director y guionista del documental, explicó los objetivos del mismo y agradeció a quienes colaboraron.
LAS LETRAS DE ESTEBAN
El acto cultural se inició con una actuación especial de la cantautora católica, chilena, Marcela Gael, quien deleitó a los asistentes al entonar un tema musical propio dedicado al Espíritu Santo y dos con letras del Padre Esteban, «Tú mi hermano» y «La Oración», musicalizadas por Andrés Opazo quien se hallaba en el público y que fue recibido con afectuosos aplausos cuando fue presentado.
El evento concluyó -como ya es costumbre- al son y ritmo del «Peregrino de Emaús» y su tradicional grito parroquial: «¡ahora sí!», que no solo pone color al canto sino que declara con fuerza la vigencia del legado espiritual de Esteban Gumucio /APN