Conformada en mayo de este año, la Pastoral Juvenil de la parroquia San Pedro y San Pablo avanza con entusiasmo, uniendo formación, fe y recreación. Destacan el compromiso de sus animadores y su preparación para los sacramentos en 2025.
La Parroquia San Pedro y San Pablo, ubicada en La Granja, celebró el pasado sábado 9 de noviembre una jornada de formación, recreación y oración para su naciente Pastoral Juvenil. Bajo el lema “Tengamos los mismos sentimientos de Cristo” (Fil 2,5), la actividad tuvo lugar en la Casa Macul, contando con la participación de jóvenes, una apoderada y sus asesores Maximiliano, Benjamín, Ana María, Guillermo y Elías, junto al párroco Magín Vega, ss.cc.
“La jornada fue un espacio para conocernos más profundamente y entender cómo nuestras emociones también nos acercan a Jesús”, explicó Maximiliano Matus, uno de los asesores. Durante el día, los jóvenes reflexionaron sobre identidad personal e identidad en Cristo, participaron en dinámicas recreativas y exploraron sus emociones a través de una “rueda de emociones”. La jornada concluyó con la celebración de la Eucaristía, un momento central que marcó el espíritu de unidad y compromiso de los asistentes.
El camino para formar esta pastoral comenzó en abril, durante el almuerzo de la Escuela de Asesores y responsables pastorales en la Casa Macul. En una conversación espontánea surgió la idea de llevar a los jóvenes de la parroquia una experiencia de vida cristiana comunitaria. “Nos preocupaba la falta de jóvenes en la parroquia, así que, con José Luis Zenteno, decidimos buscar personas que nos acompañaran en esta misión. Fue ahí donde conocimos a Maximiliano y Benjamín, dos jóvenes animadores llenos de entusiasmo que aceptaron el desafío”, recuerda Ana María Cáceres, asesora de la pastoral.
Desde entonces, la Pastoral Juvenil se ha consolidado como un espacio de encuentro, oración y servicio. Actualmente, el grupo cuenta con jóvenes que, además de participar en dinámicas de formación, se están preparando para recibir los sacramentos. “En 2025, uno de nuestros jóvenes será bautizado, dos recibirán la Primera Comunión y diez se confirmarán. Es emocionante ver cómo este proyecto se convierte en un verdadero camino de fe para ellos”, comenta Ana María.
El grupo también ha crecido gracias al aporte de animadores como Guillermo, integrante del coro parroquial, y Monserrat, una joven que este año recibió la Confirmación. Juntos, los asesores han formado un equipo que combina música, dinámicas recreativas y acompañamiento espiritual, elementos clave para que los jóvenes se sientan acogidos y motivados.
La pastoral tiene grandes planes para el futuro, comenzando con la preparación sacramental de los jóvenes y fortaleciendo sus actividades comunitarias. “Todo empezó con un almuerzo, pero lo que vemos hoy es mucho más grande: una comunidad que crece en la fe y en el amor de Cristo, animada por jóvenes comprometidos y guiada por el carisma de los Sagrados Corazones”, reflexiona Maximiliano.
Con pasos firmes y el Espíritu como guía, la Pastoral Juvenil de San Pedro y San Pablo avanza con los mismos sentimientos de Cristo, construyendo una iglesia joven y viva en La Granja.