8M: Un llamado a la reflexión y la transformación desde la fe

El Día Internacional de la Mujer no es una celebración, sino una jornada de memoria y compromiso. Bernardita Zambrano, teóloga feminista y coordinadora de la gestión parroquial en nuestra provincia, nos invita a reflexionar sobre la desigualdad de género y la necesidad de una verdadera conversión interior para construir un mundo más justo e inclusivo.

Estamos a las puertas del 8M, una fecha en la que mujeres de todo el mundo se unen para recordar que la lucha por el reconocimiento de sus derechos sigue siendo una tarea pendiente. En todos los ámbitos de la vida, las mujeres continúan enfrentando desigualdades estructurales que limitan su pleno desarrollo y participación en la sociedad. Por ello, el 8 de marzo no es una celebración, sino una jornada de reivindicación, memoria y compromiso.

La conmemoración del Día Internacional de la Mujer nos desafía a reflexionar sobre los logros alcanzados y las batallas que aún quedan por librar. El derecho a la educación, al voto, a la igualdad salarial y al acceso equitativo a la salud y la seguridad social son conquistas logradas gracias a la valentía y determinación de generaciones de mujeres que nos precedieron. Sin embargo, a pesar de estos avances, persisten resistencias que minimizan la importancia del feminismo y su aporte a la justicia y equidad de género.

Desde mi experiencia como mujer y teóloga feminista, he descubierto que la perspectiva de género es clave para identificar y desmontar las discriminaciones que aún perviven en distintos contextos. Es urgente seguir generando conciencia y promoviendo cambios profundos de mentalidad. Este proceso implica una verdadera conversión interior que nos ayude a erradicar estructuras de opresión y desigualdad.

En este sentido, Mujeres Iglesia Chile ha lanzado una iniciativa inspiradora en el marco de la Cuaresma, un tiempo litúrgico que invita a la transformación del corazón. Se trata de la campaña “Ayuno de Patriarcado y Sexismo”, una propuesta que llama a la reflexión personal y colectiva sobre las actitudes, acciones y pensamientos que perpetúan la cultura de la desigualdad de género. A través de esta iniciativa, quienes participen recibirán diariamente insumos para analizar su propia realidad y tomar decisiones que contribuyan a la construcción de un mundo más justo e inclusivo. (Participar en esta campaña)

Estos temas también son abordados en el podcast Pequeña Piedra, liderado por Claudia Abarca, abogada, y Roberto Guzmán, en el capítulo ”¿Dios Madre?”, donde fui invitada y compartí la conversación con Olimpia Moz, enfermera de Mozambique. En este episodio exploramos cómo el patriarcado persiste, cómo las imágenes de Dios influyen en la percepción del género y cómo una teología con perspectiva feminista puede aportar a la reflexión y liberación de las mujeres, hacia una vida más plena. Porque “Cristo nos liberó para ser libres. Manténganse, pues, firmes y no se sometan de nuevo al yugo de la esclavitud” (Gal 5,1). (Ver programa)

La conmemoración del 8 de marzo nos llama a seguir cuestionando, aprendiendo y transformando nuestra realidad. Es una oportunidad para reafirmar nuestro compromiso cristiano con la justicia, la igualdad y la dignidad de todas las mujeres.

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